A decir de Margarita Mateo sobre estos diez cuentos, Arsenio Rodríguez suele escribir con la voz de otro, quebrando desde el fondo de su apropiación la ilusoria testimonialidad de su escritura. Estos relatos presentan por lo general una voz femenina que deviene máscara del autor en su acercamiento a la experiencia ajena, camuflando el testimonio directo. Poco o mucho habría que agregar a estas afirmaciones, en dependencia de lo que se quiera indagar o establecer. Es el propioArsenio Rodríguez quien lo desliza al final del cuento que se cierra La caída y otros deseos: (…) cuando una joven, cree que ha intentado lo más difícil, sabe que ha tenido la ilusión de vivir en peligro, aunque su existencia haya sido silenciosa y la sucesión de su oleaje haya sido manso. Después que pasé la beca, los jóvenes con que he compartido la soledad que me rodea, sólo se acercan, se alejan, y se vuelven como elementos de otra historia.
Margarita Mateo Palmer, Contraportada de la ed, Cuba año 2000.
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