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sábado, 16 de diciembre de 2017

Olivos de Mil años de antigüedad. ¡Qué maravilla!

Siempre viví como una suerte infinita, y aún lo pienso, haber trabajado en el año 2000 en Lucena, recogiendo olivas en Lucena, Córdoba. No solo porque necesitaba trabajar, sino porque conocí a andaluces extraordinarios de Córdoba y Jaén que habían dedicado su vida a recoger olivas. Probé sus comidas, conocí de primera mano el proceso milenario de la elaboración del aceite oliva y el sentido práctico de la arquitectura de los Cortijos andaluces por lo cual las Masías en Catalunya no me fueron ajenas.
Hoy leí esta noticia y fue muy feliz.  El imperio  romano siempre  decía que su cultura llegaba hasta donde existiese un olivo. Y estos olivos demuestran que fue así.
Yo blogger
Noticia.
No es habitual ver un olivo centenario o milenario. Algunos pensarán que estos soberbios ejemplares están diseminados por toda la geografía mediterránea. Y, sin embargo, en poco más de 2.000 kilómetros cuadrados, en la Mancomunidad del Territorio del Sénia -compuesta por 27 municipios de Tarragona, Castellón y Teruel- se encuentra la mayor concentración de olivos milenarios del mundo, con casi 5.000. Lo sorprendente es que se siguen identificando ejemplares.
Actualmente, hay catalogados 4.960 olivos de más de 3,5 metros de perímetro de tronco a 1,3 metros del suelo, asegura la gerente de la Mancomunidad Taula del Sénia, María Teresa Adell, que resalta que se siguen identificando y catalogando nuevos ejemplares. Fruto de este trabajo, la Universidad Politécnica de Madrid, bajo la dirección del catedrático Antonio Prieto, ha llevado a cabo un estudio, con la ayuda de las diputaciones de Castellón, Tarragona y Teruel, para datar exactamente la edad de seis olivos de la zona. El resultado de la investigación es que estos ejemplares han vivido lo mismo que Matusalén, de quien la Biblia se refiere como el octavo patriarca antediluviano y que, según las Escrituras, llegó a los 969 años.
Esta media docena de colosos, entre los 999 y 1.490 años, se enclavan en las provincias de Castellón y Tarragona. Concretamente, uno de los fechados -identificado con el número 2.814- es el que sale en la película de Icíar Bollaín «El olivo» y está situado en el término castellonense de Canet lo Roig. Tiene la friolera de 1.490 años y fue plantado en el año 527, cuando Justiniano el Grande accede al trono del Imperio bizantino
JAVIER NATES
15/12/2017 11:24h
ABC.

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