Quien me lee sabe que llegué a Barcelona de Sevilla, y a esta última de París. Vivir como yo en la Plaza de San Lorenzo con el Cristo Gran Poder y la casa del poeta Gustavo Aldolfo Bécquer delante, son razones para vivir.
No obstante, hay cosas sencillas que extraño mucho. Y son estas. Los diseños de las servilletas. El bar más humilde, tenía su propio logo personalizado y eso me encantaba a nivel estético. Barcelona es un referente mundial de las artes decorativas y arquitectónicas, pero tienes que subir mucho el nivel del bar o restaurante para ver diseñadas con personalidad sus servilletas.
Para Ana Sánchez
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