"Realizada en 1968 por Humberto Solás, la cinta se divide en tres cuentos. El primero se desarrolla en plena Guerra de Independencia, con Raquel Revuelta como protagonista. El segundo lo protagoniza Eslinda Núñez, dentro de luchas urbanas de los años treinta del pasado siglo. Adela Legrá encabeza el reparto del tercer cuento, que conduce su trama en los primeros años del triunfo revolucionario."
Es increíble que alguien intenta hacer un retrato del fenotipo de la mujer cubana y olvide, o lo haga ha propósito, no poner una mujer negra en esta pelí cubana. Hablo de una de las tres protagonistas de cada cuento. No secundarias, ni que pasaban por ahí. El prota jerarquiza.
Me hubiese dado igual que fuera, esclava africana, esclava doméstica, pero ninguna de las dos tipos de esclavas, o mulata, hija de españoles, en fin de prota no aparece.
Adela Legrá, no es blanca, es más bien mestiza. Y sin duda, incluirla está bien, pero obviar a la mujer negra, de rasgos afroides o negroides que atraviesa la cultura cubana desde el siglo XVI, en esa pelí no existe y técnicamente puede ser buena, pero socialmente está coja. Es una representación parcial de la mujer cubana, creo.
«Hay también un tema que es la relación hombre-mujer, el grado de participación de la mujer en la sociedad, la sumisión de la mujer al hombre, en "Lucía."
Humberto Solás entrevistado por El País en marzo de 1980. O sea, su peli refleja o intenta, una visión de la mujer, y por los cuentos de toda la estratificación racial y social y Las negras, no existen en "su historia de Cuba".
Humberto Solás entrevistado por El País en marzo de 1980. O sea, su peli refleja o intenta, una visión de la mujer, y por los cuentos de toda la estratificación racial y social y Las negras, no existen en "su historia de Cuba".
Cada vez que escucho que esta es una gran peli, afirmo. Si, un monumento al racismo en Cuba dentro de la Revolución.
Raúl Martínez, diseñador de esta serigrafía original, es el único, que con dos cojones, hizo una crítica velada y metafórica en el cartel. Donde genialmente pintó a una negra abajo y sola con bemba colorá incluida, muy lejos de la protagonista del filme, más india mestiza que negra. No sé si lo hizo a posta, pero solo el cartel refleja un equilibrio de la mujer en Cuba, Haciendo ver que si hablas de mujer cubana es imposible hacerlo sin obviar la negritud bella y femenina.
El cartel, es por sí solo un reflejo de la mujer en Cuba, por el equilibro racial que refleja. No así el filme.
Ya sé que la mitología popular se comenta que la pareja de Humberto Solás, era alguien de raza negra, eso no justifica que su mentalidad a los veinte y pocos años cuando hizo este films, su mentalidad estuviera en otro punto, o mundo. Eso de yo no soy racista, o tengo un pensamiento racista, pues tengo y me relaciono con amigos negros, es muy típico. La vida personal, no siempre la reflejas a nivel social e intelectual, aquí yo doy una opinión sobre el tratamiento histórico a la mujer negra que él pretende dar, y lo obvia, te guste o no.
Nota:
Todavía recordamos el estreno habanero, en 1964, de la versión de Romeo y Julieta, bajo la dirección del dramaturgo checo Otomar Kreija. La actriz que interpretó a la joven Capuleto, Bertina Acevedo, por ser negra, incomodó a mucha gente en el ámbito de nuestra cultura. Ha pasado el tiempo, pero la desigualdad racial sigue siendo un mal sin paliativos en los medios audiovisuales cubanos. Y nadie sufre este mal tan drásticamente como las actrices.
Juan Antonio Madrazo. Cubanet. 2013.
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