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jueves, 25 de diciembre de 2025

Te guste o no Cristo era negro. Por el lugar semita de su nacimiento. Blanquearlo fue cuestión europea y racista para inferiorizar la negritud y mostrar superioridad.

 Cristo no solo era negro, sino que era imposible que fuera blanco. Cuando alguien te diga que el marketing no funciona, ponle el ejemplo del lavado de imagen que ha sufrido Jesús. Solo por la ignorancia de la mayoría que siempre prefiere lo que le imponen otros.


La discusión sobre el color de Jesús es un debate contemporáneo.
Algunos argumentan que representarlo como negro es una forma de afirmar identidades marginadas, mientras que otros se centran en su etnia judía histórica de Oriente Medio.
La controversia radica en la idea de que la imagen popularizada del Cristo blanco europeo es una idealización que no refleja su origen semítico, lo cual para algunos es problemático por su implicación en la supremacía blanca histórica, señalan BBC.

No es un descubribiento raro saber que Cristo era negro, la iglesia lo sabe, y todos los historiadores también. Pero a pesar que necesitaron evangelizar América con muchas santos negros y virgenes de negras, el papel para representar a Jesús prefirieron dejarlo inmaculadamente blanco, como un ridículo histórico más.
Pues es absolutamente imposible que fuera, blanco, rubio y de ojos claros. Pero era una cuestión de representar una superioridad de color y raza blanca para inferiorizar a la negra, que era sinónimo de esclavo en los siglos XVI,XVII, XVII, XIX.

La biblia etíope, la representación de los templos en Tana, muestra una evidencia certera.

Angelitos Negros que popularizó Antonio Machín, iba en este dirección.

La imágenes siguientes son las representaciones más antiguas de la biblia Etíope, siglo XIV. Quienes por cercanía saben mejor que nadie el color y el cuerpo de Cristo. Estas imágenes son de las iglesias en el lago Tana: Ura Kidane Mihret y Aswa Mariam.
En las 30 islas del lago Tana hay unos veinte monasterios, casi todos fundados en el siglo XIV, varios de ellos por los monjes conocidos como “siete estrellas”.








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