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domingo, 17 de abril de 2011

De turismo rural: Llívia, Ur, Evol, Age... Paseos de verano por el norte de Catalunya























Estuvimos en los Pirineos Orientales franceses por el lado de la Cerdanya,  quedé una vez más fascinado con ciertos pueblos...
LLívia, territorio Español, para mí un hecho insólito, las compañías telefónicas se vuelven un poco locas cuando se atraviesa esta tierra, pues este pueblo es una isla de tierra española insertado en territorio francés,  todo es parlante francés dentro y allí se conserva la estructura de la primera farmacia de Europa, datada de 1594, casi cien años más tarde del descubrimiento de Cuba, según los historiadores. Hacerme una foto allí junto a una farmacéutica graduada  en la Universidad de La Habana,  era algo natural. Después de haberla ido a recoger tantas veces a los laboratorios  Sarrà, ubicado en un edificio modernista de La Habana Vieja: quien busca los orígenes encuentra orígenes nuevos...
Mont-Louis es un pueblo francés atrapado en una muralla, todo él queda en un círculo de piedras que lo rodea como amparándolo de los altos Pirineos, la medida de todo, cafés, bares
restaurantes, es la medida de la muralla, como sujetador  o brasier.
Evol, que Yara había descubierto en internet, es un pueblo entero de piedras (lajas) no más de 50 casas y una iglesia románica del siglo XI, excelente. Había en el interior de la iglesia un retablo bizantino extraordinario de un castillo medieval cercano semidestruido. Para entrar a la iglesia hay que buscar al custodio, amante furibundo de la historia del pueblo y su iglesia, quien espera en su casa, con la llave de la iglesia, a los turistas para mostrarle y contar en francésla historia de la iglesia. Llegamos aquí entre la casualidad y el asombro guiados por Yara, verlo nublado y extremadamente medieval fue una-otra experiencia.
El pueblo de Dorres posee termas (baños) romanas al aire libre en los Pirineos, donde estuvimos dos horas bañándonos en un agua sulfurosa a 40 grados en ese jacuzzi natural  que pone la piel en su lugar de origen y la mente en las playas calientes del Caribe a pesar de estar a 2000 mil metros de altura. 
Pero  para llegar a Dorres, hay que pasar por UR, este es un pueblo que obsesionaba a Jorge Luis Borges, ya que en uno del mismo nombre, en Irak hace 3000 años, se inventó la literatura.

¿Qué habrá soñado el Tiempo hasta ahora, que es, como todos los
ahoras , el ápice?
Ha soñado la espada, cuyo mejor lugar es el verso.
Ha soñado y labrado la sentencia, que puede simular la sabiduría.
Ha soñado la fe, ha soñado las atroces Cruzadas.
Ha soñado a los griegos que descubrieron el diálogo y la duda.
Ha soñado la aniquilación  de Cartago por el fuego y la sal.
Ha soñado la palabra, ese torpe y rígido símbolo.
Ha soñado la dicha que tuvimos o que ahora soñamos haber tenido.
Ha soñado la primera mañana de Ur.

Borges
Todo este viaje de exploración estuvo motivado por Amalia y la visita el fin de semana a AGE, un pueblo a un kilómetro de Puigcerdà, en la Cerdeña catalana. Puigcerdà, tiene un lago artificial hecho en el siglo XIV que hace poco fue escenario de una novela que disfruté sin disimulo a pesar de que llevaba la etiqueta de bet-seller.
Pero lo realmente extraordinario de este viaje era levantarnos por la mañana en España e ir a buscar el pan a Bourg-Madame, en Francia, que nos quedaba a dos kilómetros. Una pregunta que quedó para los anales... ¿Quieres comprar el pan en Francia o en España?
Cuando hago tantos pueblos desconocidos en un solo fin de semana largo siempre parece que estoy buscando un dorado en la memoria que nunca encuentro.


foto Baños romanos de Dorres

2 comentarios:

  1. A Ana Sanchez Aguilar le gusta esto(facebook)

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  2. El descubrimiento del turismo rural, imperecedero, vayas a donde vayas el turismo rural es el mismo.
    Hoy es Domingo de Ramos y estoy más seco de escritura que nunca.
    Si me enciendo en unos días te escribo algo. Creo que el turismo rural es una categoría urbana más, de la que no puede prescindir si realmente eres urbano.
    Sino, simplemente me fui al campo, o a la montaña. Sólo los urbanistas hacemos turismo rural, y siempre acabamos trayendo huevos, chorizos, especias, frutas
    o lo que sea para mantener durante el lunes y el martes esa clorofilia inaudita para la gente del campo.
    Marcelo Martín
    Un abrazo

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