En La Habana se publicó (2012) el libro Trovadores de la Herejía, dedicado a los cantautores Gerardo Alfonso, Carlos Varela, Frank Delgado y Santiago Feliú. El formato de este libro es de entrevistas personales a cada uno, que realizan Bladimir Zamora y Fidel Castro (otro), abundantes fotos, y para mí -su mejor valor-, las canciones más importantes que han escrito estos autores a modo de cancionero al final de cada entrevista. Los cuatro en su momento, como reza en el propio libro, fueron comparados en la isla, con "los Beatles de la Nueva Trova" cuando ofrecieron varios conciertos juntos en los años ochenta, que sirvieron para señalar, que el relevo de los fundadores del Movimiento de la Nueva Trova había llegado. No obstante, más que revelo, se presentaron en sus inicios como una continuidad con muchos nexos con Pablo,Silvio, Noel Nicola y Vicente Feliú, incluso cantaban todos juntos el Cuba Va!, tema insigne de los fundadores; sin embargo, habían elementos que hacían pensar que marcarían una dirección diferente en cuanto a la crítica contra la representación del gobierno y las instituciones culturales de la isla. Fue aquí, y no en lo musical, -creo que nunca en esa etapa superaron las estructuras armónicas y melódicas del grupo Experimentación Sonora delICAI, que acompañaban y grabaron toda la primera etapa de Pablo, Silvio, Noel y Vicente-, donde nos dieron a la generación de los años ochenta una visión crítica, con lo que estaba pasando, o sea, el deterioro de la Revolución cubana con los barrios como La Habana Vieja: Gerardo Alfonso compuso, Habana llena de gente y Barrio Secreto, o la censura puede apreciarse en Carlos Varela en sus canciones Apenas abro los ojos, o La calle o Guillermo Tell.
En cuanto a crítica social, la imagen de todos hoy queda marcada en el recuerdo por una canción Guillermo Tell, escrita e intérpretada por Carlos Varela, en 1989, que incluso sirvió de metáfora para llamar a todo un grupo generacional, Los hijos de Guillermo Tell. La estrenó en el cine ICAI, y todos los que estábamos presente supimos que ya nada iba a ser igual, todos comenzamos a saber en grupo y como terapia colectiva que la culpa tenía un claro responsable: Fidel Castro. No obstante, el monopolio de la crítica no lo tenía Carlos Varela, pero poner la manzana en la cabeza de los Castro, fue una metáfora que aun está en mente de todos.
Hoy me pregunto, ¿tiene sentido un libro solo sobre estos cuatro cantautores de una generación ? Mi respuesta sería que sí; pero, lo que invalida la buena voluntad de trazar estos perfiles en un libro, es presentarlos como emblema de una generación que en realidad engloba a otros tan buenos intérpretes y compositores de su generación como DonatoPoveda, Alberto Tosca, José Antonio Quesada, Roberto Poveda, y las intérpretes: Gunila y Xiomara Laugart. De los que en el libro solo se mencionan parcialmente, pero en mi criterio debían haber hecho unas páginas incluyéndoles, pues hoy canciones del propio Gerardo, Santiago, no hubiesen tenido el mismo alcance sin la voz de Xiomara y Gunila.
Ah! pero al lector no se le debe escapar la suspicacia, que los cuatro representados en el libro aún viven todos en Cuba, mientras que todo el resto de su generación que he citado, viven en el exilio.
No obstante, esta foto en Varadero (1986) donde todos están rodeando a Chico Buarque dice más de quienes eran como grupo...
Post relacionados
Hoy mi Habana: José Antonio Quesada
Sábanas Blancas: Gerardo Alfonso
foto final: Publicada por el blog el diablo ilustrado
No obstante, esta foto en Varadero (1986) donde todos están rodeando a Chico Buarque dice más de quienes eran como grupo...
Donato, Gerardo, Chico abajo Xiomara, Frank, Tosca, Santiago Feliú |
Post relacionados
Hoy mi Habana: José Antonio Quesada
Sábanas Blancas: Gerardo Alfonso
foto final: Publicada por el blog el diablo ilustrado
ese que esta entre Frank y Tosca es Roberto Poveda!
ResponderEliminarJosé Antonio Quesada Areu: Querido Arsenio, estoy muy de acuerdo con tu articulo sobre el libro dedicado a estos cuatro grandes de la nueva trova cubana. Queda por delante, y de cara al futuro, el necesario ajuste de las piezas que componen la verdadera historia de los cantautores de Cuba, entendiendo como tal a sus nacionales viviendo dentro y fuera de ella. Como no he leído el libro aún y no es bueno prejuzgar, solo tengo de referencia tu buen tino y tu ética tan apegada al sentimiento y rigor de quien busca la verdad de las cosas. A ti te suele enojar mucho la manipulación, las veracidades a medio contar, el maquillaje de las mentiras. Y no lo ocultas aportando datos comprobables. Si algo agradedezco tener mi hogar en Europa es la cercanía y referencia del paso del comunismo por los países del Este y como ellos tuvieron que volver a escribir su historia social, política y cultural en el esfuerzo de dar a las nuevas generaciones una información antes secuestrada y manipulada por los gobiernos piramidales y totalitarios que les oprimieron durante décadas. Cuba sufre el mismo esquema y por eso nos toca un poco a todos contar la otra cara de la moneda y digo esto desde el profundo respeto a las desiciónes personales e ideológicas de los protagonistas del libro quienes en algunas de sus letras no dejan en buen lugar a sus colegas que viven en el extranjero, sin embargo no se encuentra lo mismo en la obra de los que vivimos fuera de la Isla. Ellos ocupan un lugar extraordinario en la cultura cubana y merecen el cariño y los aplausos de quienes les quieran. Ellos tienen una Obra. Eso es lo importante. Es lo que al final queda, o no. El tiempo dirá. Mientras tanto, si queda en el camino toda esa literatura oficialista que va desde diccionarios de la música llenos de omisiónes, artículos de revistas lame botas y libros donde se buscan otras cosas menos decentes y veraces porque, no lo olvidemos, se trata de criaturas viviendo en Cuba, formando parte del sistema y vibrando, lo quieran por dentro a no, al compás de la mano que toca el tambor. Un abrazo desde el calor del sur de la Florida que caliente tu invierno en Barcelona.
ResponderEliminar