En la madrugada del domingo la escritora y amiga Odette Casamayor desde su habitación en un Estado de la Unión americana, colgó esta foto por la cual la culpo de no dejarme dormir ni un segundo más el resto de la noche.
Las sillas decimonónicas, la cortina en segundo plano, los pliegues del vestido, los botones de cierre del mismo, la prenda interior de vuelos que sobresale por debajo de la manga larga del vestido, el peinado impecable con el pelo recogido en un moño ancho tipo al que usaba la cantante cubana Elena Burke mientras estuvo viva; y sobre todo la actitud de que casi está perdonando al fotógrafo para no matarlo, es realmente extraordinaria.
Da la sensación de que acaba de matar a alguien, se detuvo para la foto y luego siguió con su labor, si Tarantino conociera esta foto, su protagonista de Kill Bill, fuese otra... Esta actitud son las verdaderas pruebas de por qué el feminismo en Estados Unidos se da de forma tan viceral, y por supuesto la relación de esa ciudadanía con las armas. La foto puede ser real o no, lo importante es que uno se la cree, yo al menos.
En otro ángulo demuestra como la película histórica Django, del propio Tarantino, que no todos los negros en Estados Unidos eran esclavos sumisos a sus amos, algunos negros y negras no tenían miedo a nada y a nadie. Durante casi un siglo se vendió que la negritud en Estados Unidos era sumisa sólo por intereses blancos y sus instituciones, la historia demuestra que había que ser rebeldes para luchar por sus derechos. Las figuras de Malcon X, Martín Luther King, Rosa Park, y la lucha por los derechos civiles en los años sesenta no fue casual, esta negra maravillosa con un rifle que bien podía ser mi tía Gloria, nacida en Santa Isabel de las Lajas, es un ejemplo.
Puestos a crearle una historia, esta señora ha perdido a su marido por un hecho de sangre. Se hace esta foto para que sus enemigos sepan que está dispuesta a todo por defender su hacienda. Insiste en salir con un arma en la mano, sabe que sus enemigos irán a por ella con todo, no obstante, cuando estas dispuesto a morir por una idea, acojonas a cualquiera ... Aunque seas mujer, de acero, o de pétalos rosas y acabes de llorar por culpa de una piedra atravesada en tu vida.
Lo que realmente más me molesta, es que esta foto salió de una exposicón en la 144 West 125th Street, New York, barrio de Harlem que alberga el Studio Museum in Harlem. Como a diez manzanas del Central Parck. Yo dormía en la 189th en Broadway, ha 15 minutos en coche según google maps. Sólo tenía que bajarme en la parada en la 125th Street y dar un paseo hasta el museo. Otra vez será.
a Odette, of course, y a Kiini.
Ver o leer post reseña de Django de Quentin Tarantino
La foto es de Robert Pruitt.
Robert Pruitt (b. 1975) is Houston-based artist well known for drawings, videos and installations dedicated to examination of the historical and contemporary experiences of African Americans. Robert Pruitt: Women includes nearly twenty large-scale conté drawings of black women. Combining elements of science fiction, hip-hop culture and comic-book graphics, each figure is at once politically charged, physically grounded and fantastic—a blend of willful self-determination and culturally conditioned myth
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