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domingo, 4 de enero de 2015

Un árbol creativo. Es una vida con raíces en la emoción.

Paseando por san Antoni yendo a Casa Almirall, en el gótico barcelonés  me encontré el árbol de Navidad más creativo de este año según mi gusto.
Muy sencillo. Son botellas de cervezas  Moritz que cuelgan del techo,  lo que hace pensar que sus raíces son el origen de su luz...
Su fragilidad y sus trasparencias con  luz dentro mínima dentro, hacen que tenga vida propia. Hace que me dé vida propia.
Lástima que mi niña no lo vea ahora. Ella eligió uno blanco para nuestra casa. Ya elige, tiene -o va teniendo- vida propia, eso me gusta.

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