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sábado, 16 de abril de 2016

Una flor y pasta de Guayava de Miami.

Esta flor me la trajo Ofelia de Miami. "Amiga de otra amiga" que vive allí llamada  Inge,  que nos envió este detalle a mí niña de este lado del mar. 
Fue mi hija la que la puso en el parabrisas para que conociera Barcelona justo al amanecer de esta ciudad acostada frente al mediterráneo a punto de amanecer, cuando la llevo al cole. 
Le debo a Inge, que mi niña haya hecho una versión a lápiz de esta flor como metáfora de ella misma y me pusiera a su lado con cabeza de corazón incluido en el dibujo al final del post.
Inge,  no sabe que yo le había traído de Florencia a Maya un Pinocho con el mecanismo idéntico a la flor.
Destacó la flor, pero a mí me tocó un dulce de guayaba; marca "Conchita." Un mensaje directo a mí adn de nacimiento en el gusto de un país,  aquella isla donde nací,  y no he vuelto, hace 17 años, no instantes de esta primavera.


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