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viernes, 29 de julio de 2016

Un año más mi hija hizo arte con las piedras de Nice.

Alguien le preguntó a mi hija, cómo elegía las caras para hacer los dibujos en las piedras. Mi hija contestó con naturalidad: las piedras me dicen la cara que voy a pintarles. Todos nos quedamos sorprendidos, yo menos pues sé, que ella mira la piedra y elige el color o colores para pintar. La que le dedicó a los niños del atentado en Niza (ella piensa fue un accidente). Es la única que tiene lágrimas rojas en las mejillas.
Fue personalmente a ponérsela en un pequeño pedestal improvisado que hay en todo el paseo antes de bajar a la playa, donde nos bañábamos cada día en el Paseo de los Ingleses.
Ya sé, ¿qué hago diciéndole a mi niña en vacaciones que murieron niños? Primero, que sepa que la muerte existe. Segundo que obviar la realidad con parábolas a veces no se me da bien. Esa es hija de su padre, y sabe que su padre es diferente y Blogger como me escribió en una camiseta. A mi me encantó que i teriorizara estoy hechos como miles de niños en Nice.
Por cierto, dos millones de personas ya han pasado por el parque Albert 1ro para rendir homenaje a las víctimas. 









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