El precio de esta modernisima zapatilla no lo sé, tampoco la marca. Seguro en un año, los chinos inundan toda Europa con ella y más allá.
Pero hoy este diseño de alta costura italiana en una tienda de San Remo, que reunía varias marcas de alta costura italiana, me gusto.
Y pensé en mi amigo Eduardo Alfonso, que es el cubano italiano mejor vestido que conozco en Milan.
Poner el cuello en el borde superior del zapato, y los botones delante, es creativo, y demuestra que el diseño no tiene fin.
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