Siempre ver a Pablo Milanés es singular, único y emotivo. Asistir al PALAU DE LA MÚSICA catalana siempre te deja fuera los ojos con el impacto. Las columnas, el techo, las Valquirias, el suelo, las puertas y los vitrales; te sacan las pupilas de órbita. La nostalgia vivida desde el Palau no se llama nostalgia, se llama música.
Ver a Pablo Milanés que fue la banda sonora que me hizo adulto en Cuba, con "Para Vivir," "De que callada manera", "El Breve Espacio", "Nana para una niña grande" dedicada a su niña Liam Milanés (la escuché sin ser padre y ahora lo soy y no estaba con mi niña) es un reencuentro con un pasado y país al que no he vuelto en 20 años, y sus canciones me arrastran hacia allí por cojones y memoria con arreglos de piano de Miguelito tocado por Ivonne, y un chelo tocado por Cary Rosa Varona, extraordinarios.
Por las vidas que tuve entre El Vedado y La Habana Vieja. Por todas las mujeres y novias que Pablo tuvo y le canta y cada uno recuerda las suyas. Porque hace unos días vi la peli JULI, el biopic de Carlos Acosta y fue otro viaje a La Habana; y por las fiestas y navidades que la familia te sale de las venas a la cabeza.
Pablo, ya con 75 años y superando varios problemas de salud, como Sabina, o Serrat, volvió afinar mi noltalgia y mis recuerdos, y hasta cantó una mágica canción nueva a La Habana, donde él no nació y yo sí. Y hay un verso transcendente para exiliados:
"LA HABANA LLORARÁ LA AUSENCIA DE LO QUE NÓ PODRÁ REVIVIR"
¿Qué si lloré? Siempre. No por haber perdido un país, y mujeres vitales en mi vida, sino por ir desde este Palau modernista i catalán hasta mi casa sin coger un avión es un lujo exclusivo que te da la música y a mi me lo ha dado en este sitio, Fito Páez, María Bethania descalza y vital, Caetano Veloso, Gonzalo Rubalcaba y Charlie Haden, Madelaine Peiroux, y Pablo Milanés por tercera vez en 20 años.
Aquí me encontré con seguidores en carne y hueso y no virtuales que me refuerzan el hecho de seguir escribiendo. También con músicos y amigos con quienes repartimos la nostalgia.
Otros versos de su última canción estrenada en el concierto y cntada dos veces.
"La Habana brilló con tanto Oropel que no te ofrecí"
"La Habana Albergó el amor de todos los que ansiaban vivir"
" La Habana creo distancia y dolor"
La Habana llorará la ausencia que no podrá revivir"
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