Confinado en casa, confitado de nostalgia
tras una celosía
recuerdo la calzada que está detrás del balcón
tranquila y de las más silenciosas del pueblo
Extraño la suerte del Pont Vernet
solo
sin siete millones de niños
confinados y confitados con adultos
en casa
que no pueden jugar en la calle
sus mascotas sí.
Extraño los conciertos de samba de Lania y Danilo Piñheiro
en el Berimbau en el Borne
y los de Mane y Carlitos
en la Rouge del Raval.
Extraño ese olor a hidróxido de carbono
que no le gusta a Greta Tumbert
y yo cuando llego a Barcelona desde
Sant Cugat me levanta la tapa de los sesos
y surten los recuerdos del grito
de mi hija naciendo en el hospital
modernista de Sant Pau
Y esa vida que tuve en el barrio de Gràcia
llena de secretos y errores en una cueva
en la que Chet Beker y Elis Regina juntos
eran banda sonora en los límites del abismo.
Extraño el asfalto/ el carrer
la avinguda/ la rue/la calle/
Esa Calzada de Jesús del Monte
en ese gran cráneo ahumado de alucinaciones que es la ciudad
como diría Eliseo Diego.
Extraño eso
Que está tras la celosía
en primavera.
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