La estación de trenes de Marsella, es otro ejemplo de estaciones de trenes clásicas y potentes de Europa que he visto de cerca como la de Praga, París, Milán, Florencia; y sin dudas, la estacion de Francia de Barcelona que es la más sensual. Por la hermosa curva en doble giro en la salida de las vías.
Que el baño costaba 80 céntimos y el retardo de 20 minutos del tren son anécdotas que no quedarán en mi memoria.
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