Siempre asocio mis comienzos de relación e intentos de ligue con Yara, mi esposa, con la peña de NG La Banda donde cantaba Issac, en la Casa de la Cultura de Plaza, los sábados por la tarde a fines de los ochenta. Se caía el Muro de Berlín y bailábamos al ritmo de esa caída. Entre Issac y NG había un equilibrio perfecto, la calma de su voz contrastaba con la violencia armónica de los metales maravillosos de esta banda: la tempestad y la calma. Con esa tempestad contenida en sangre, sin llegar a la estridencia, Issac Delgado se presentó en Barcelona el pasado domingo 10 de julio, y dejó a todo el público con ganas de tenerlo delante nuevamente.
Comenzó el concierto con el tema Primera Plana (2007), y no fue un comienzo, fue una continuidad, a los tres minutos parecía que el concierto llevaba una hora, el sonido era impecable, la banda compuesta por cinco metales, set de percusión (tumbas, pailas, clave y bongoes, etc), piano, bajo y dos en los coros mostraban una perfección notable en los arreglos y disciplina en los ensayos que debieron haber sido muy precisos. De esta primera pieza dio