(Yara y yo, entrevistamos en La Habana, en 1999, al rapero Yrak Sáenz que comenzaba en firme su andadura rapera por la isla, a mí me impresionaba bastante su forma de escribir y mirar la realidad, este texto fue publicado en la revista habanera Caimán Barbudo ese mismo año. Hoy Yrak acaba de aceptarme como amigo en facebook, no sabía que llevara dos años residiendo en Miami, aquí la memoria de sus comienzos, muy lejos de los que es hoy, donde tiene dúos con Carlos Varela y otros artistas muy reconocidos de la isla, incluido giras a EEUU, la meca del rap)
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Introducción a la entrevista.
El rap ha sido el último de los géneros foráneos que llegó para quedarse en la isla en los años noventa. A inicios de esta década se podían ver presentaciones de raperos en cualquier parte de Ciudad de la Habana con las vestimentas al uso de los de New York. Hoy la historia cambió, los raperos no son necesariamente agresivos, sus historias son las historias de la ciudad. Posiblemente alguno de ellos estará escribiendo la crónica social de fin de siglo, a veces con dolor, a veces con ganas de ser la fiesta.
Gran parte del protagonismo de este movimiento lo ha tenido el rapero Irak Sáenz, y el grupo femenino “Instinto”. Con Irak hablamos primero en Casa, y con las chicas hablamos después, antes de un concierto un mes más tarde, en ese orden aparecerán en este texto.
Entre estos dos proyectos (Yrak e Instinto) han ganado la mayoría de los premios posibles de cada Festival de Rap que se ha hecho en Cuba desde 1995. Han trabajado con Garaje H y Gerardo Alfonso, Elevence sin contar que han pasado ya por los Teatros y Salas más importantes del país, razones más que suficientes para que nos cuenten qué piensan.
Yrak no tan crudo como se cree
Yrak, tus inicios:
Yo empecé a cantar hace siete años con un grupo que se llama XL, después los grupos empezaron a pasar hasta que en el 95 aparecí en el Primer Festival de Rap con el grupo Triple A, cogimos el primer lugar compartido con S.B.S. El Festival se realizó en Bahía y el Presidente del jurado era Athanai. Uno o dos meses después empecé a trabajar con Garaje H y estuve un año trabajando con ellos, participamos en la Primera Muestra de Rock en La Habana y de ahí salieron los temas “Crudo”, “Conteo”, “Como es”, que aparecen en su disco, aunque el niño había cambiado de papá y se quedó la cosa así aunque ya en estos momentos esos temas no me interesan.
Hay una primera etapa que eras más agresivo, recuerdo todavía cuando cantabas con Gerardo Alfonso “Dicen que” y ¿luego viene Mónica?
Antes de eso, en agosto del 96, en el Segundo Festival de Rap, Doble Filo con el primer formato: Roberto González y yo, un muchacho que rapeaba conmigo, ganamos el Gran Premio y al mismo tiempo el Premio al mejor texto, con el tema “Al doblar de la esquina”, que hablaba de la violencia al doblar de la esquina pero empezaron a pasar cosas y decidí trabajar solo, luego trabajé con Gerardo, yo todavía tenía esa onda de decir fuerte. Cuando empecé a trabajar con Mónica me di cuenta que vivía en el país de la salsa y que el rap en Cuba hay que hacerlo un poco más asequible al oído porque no estamos acostumbrados. De hecho, la voz de Mónica se aleja mucho de la mía, la mía es mucho más fuerte y esa imagen de ella más frágil y más infantil le da más suavidad al grupo y empecé a trabajar la cuerda de hacer temas fuertes pero al mismo tiempo que hicieran pensar. Todavía en Cuba la gente no se ha dado cuenta de que es importante que se baile, pero a la vez que se piense y cambio mi frase Crudo, por “Fresco pero no es compota”.
Influencias musicales:
Al principio era muy salsero. En mi familia todo el mundo oye mucha salsa, mucho Van Van, Benny Moré. Mi mamá siempre escuchó mucho bolero Fernando Álvarez, Elena Burque. Cuando salí del Pré escuchaba mucho Silvio y Pablo, empecé a interesarme por la Trova y creo que por influencia de mi mamá me senté a escribir. En los ochenta cuando empezó la onda del break dance, yo conocí a una muchacha que no tenía música y se ponía a hacer palmadas, necesitaba un texto, en aquel tiempo la novela brasileña que pasaban era Derecho de Amar, la de Monserrat e hice un texto que hablaba de eso, me gustó mucho la idea y empecé a hablar de las drogas y de los vicios de las sociedades y me di cuenta que había que decir más.
¿Tu conciencia de la marginalidad parte de que eres un marginal o te has movido en ese mundo? porque es un tema recurrente en tus canciones.
Soy un niñito de mi casa, lo único que tengo el cuño de casi todo el mundo actual, soy hijo de padres divorciados, que es normal. Estudié Construcción Civil y nunca estudié música. Mi inclinación era por el dibujo y trabajé como Diseñador, aunque tampoco lo estudié. A mí siempre me ha gustado comunicar y siempre lo he hecho, dibujando o escribiendo y creo que con el rap encontré la solución más fácil porque yo hablo mucho y era más fácil comunicar con los textos. Después escuchando a Vicosí que era muy comercial y se quedaba un poco suave, me di cuenta de que yo quería decir algo más, algo que le pasaba a mi generación. Al principio parecía una locura, mi mamá se dio cuenta que yo era rapero en el 95, cuando me vio en el festival de rap y hacía como seis años que yo ya estaba componiendo, allí fue cuando me dijo que podía rapear.
En tus canciones estás como haciendo un manifiesto, constantemente te refieres a que eres rapero, que los acepten como son. ¿Es que sientes que son rechazados?
Hay un poco de prejuicio, pero te voy a ser sincero, los raperos no hemos encontrado la manera de decir que somos raperos cubanos. Mucha gente no se da cuenta que están en La Habana y que no viven en Nueva York o en San Juan y quieren decir temas muy violentos, cosas que no viven. Yo hablo mucho del rap y de lo que yo vivo como rapero pero mis textos pueden servirle a cualquiera. Cuando yo canté por primera vez “Crudo”, recuerdo que lo presenté y dije que ese podía ser tu vecino que te dijera: - Mira brother yo soy crudo y no me eches condimento pero puede ser también tu director de empresa, cualquiera. Esta es una de las cosas que yo he escrito que más me ha gustado. Yo soy así y no me cambies.
Tu opinión sobre el movimiento de rap, lo siento un poco disperso, los festivales son muy aislados, no hay un lugar donde uno pueda ir habitualmente a verlos.
Se tiene miedo a eso mismo, a que no se diga lo que se quiere que se diga. Hay gente que lo ve como una manera muy fácil de buscar dinero y no te hablo de los artistas sino de las instituciones, hay mucha gente que ha hecho dinero a costilla de esto. Al principio nos costaba mucho trabajo comunicarnos porque el público estaba acostumbrado a escuchar rap americano aunque no se entendiera, solo porque les gustaba el ritmo o el video, pero cuando la gente se dio cuenta que estábamos diciendo lo que estábamos viviendo, muchos se acercaron a nosotros y alguien se dio cuenta de que si los muchachos iban a los conciertos se podía sacar dinero y como no tenemos una empresa, ni cómo reclamar, ni un sello, ni nada, siempre se ve como promoción y tenemos que callarnos la boca.
¿Cómo hacen los raperos para grabar?
Los americanos lanzan al mercado unos discos singles donde viene la canción y la versión instrumental. Recuerdo que Amenaza ganó un Festival de Plaza con un tema que escribió sobre un background de un grupo de rap norteamericano y fue tan cubano que luego cuando yo oía el original no me gustaba. Cuando yo empecé me encontré con gentes que tenían teclados y me hicieron el background, como Gerardo que le dijo a Vladimir, el que era bajista de su grupo, que me lo hiciera, y ya por suerte tenía mi background después me lo hizo Alain Fonseca, Yasser, el que era bajista de Edesio y vino Manu de Francia y me hizo la pincha del