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viernes, 24 de abril de 2015

Reseña a Expo "Fent camí" de Judith Gangolells.

"[las artes] son siempre la belleza expresada por el sentimiento, la pasión y la imaginación de cada uno. " Charles Baudelaire.
Judith Gangolells pinta como quien nació en otra época, tiene conciencia que su arte posee una carga  importante de encontrar un paisaje que coincida con la necesidad que ella lleva dentro. Sabe  que desea expresar la vida y su entorno con matices ocres, tierras, turquesas, que dan representación virtual de lo que ella siente como esencia, la forma personal en la que ve vida en su proyección plástica. No pinta para vivir pues tiene una profesion avalada por dos.
En esta exposición "Fent camí" hay tres grupos temáticos que destacan, bicicletas con paisajes, diferentes visiones de pueblos y perspectivas personales de éstos. Por ultimo, no hay autorretratos de ella, pero tiene una serie de lienzos que reflejan el interior de sí misma, de su vida privada, en ropa interior escribiendo un diario o una joven donde el protagonismo se lo cede a sus abuelos que ya no están. 

En todos los grupos temáticos hay un hilo conductor en su personal forma de tratamiento del color. Quizá el ocre es el más reconocible, este color es la clave nostálgica de su alma que en realidad es un diario, su adolescencia en un pueblo del Montseny montando en bicicleta y sintiendo la naturaleza de un modo esencial para modificar se forma de transmitir su mundo interior.
Joaquim Mir y Ferran Gomá son referentes de la pintura catalana que como Judith comenzaron a retratar primero su entorno más inmediato, sus propios pueblos de origen, o donde viven, y esa mirada primera condicionó su obra y les dio una identidad con Cataluña muy evidente.

Llama la atención cómo Gangolells escoge miradas muy originales de los pueblos que pinta con sus lienzos, el mismo Pallejá, retrata una perspectiva de la iglesia buscando más dificultad en su lienzo, o sea, posicionado su caballete en la parte trasera del templo donde confluyen más curvas, semicirculares y triangulares cuando en realidad hubiese sido más sencillo hacer la fachada. ¿Imponerse la dificultad es una virtud?¿lo difícil es estimulante? Creo que es esto último es una premisa en esta pintora, no sólo nos obliga a mirar las cosas con el color interior que ella los ve, sino que lo veamos desde la perspectiva que lo ven sus ojos asiáticos heredados de su abuelo de Solsona.

Arsenio Rodriguez Quintana.