páginas vistas

jueves, 5 de abril de 2012

Ir de mantilla el Jueves Santo

El uso de la mantilla española tiene un referente en la Semana Santa, y es precisamente hoy, el Jueves Santo, donde muchas mujeres de clase media alta, y otras, se visten de forma impecable, todas de negro, de luto reforzando el culto por la muerte de Cristo, portando mantilla negro azabache. La mantilla, también se lleva en los toros, bodas, entierros y funerales respetando todo un protocolo, pero en Semana Santa es cuando más mujeres la usan.
Otro personaje que llama la atención es la figura del paseador, el hombre encargado de acompañar a la mujer de negro con peineta  y mantilla. El chico, usualmente, lleva un traje gris o negro, siempre con corbata y adopta un andar hierático que dignifica el esfuerzo por estar elegante a la altura  de su pareja, quien necesariamente no tiene que ser su novia o su esposa, puede ser solamente un amigo que asume esta función este día.
Mi suegro y yo, fuimos con mi niña a los toboganes que han puesto en La Alameda, y la cantidad de paseantes con mantillas era notable.
¿Por dónde pasean? Por la ciudad, van visitando las iglesias que están abiertas con sus vírgenes y cristos  listos para salir pero, sin duda, las colas de la iglesia de La Macarena o para ver a la Virgen de la Esperanza de Triana, son horas y horas de espera.
En mi memoria, la palabra Mantilla estaba relacionada directamente con la zona  donde pasé el Servicio Militar Obligatorio, lugar donde tuve que huir muchas veces de la policía militar del ejército cuando me fugaba para ir a casa y al finalizar el recorrido en la estación de buses tenía que esquivar las patrullas que cazaban a listos como yo.

No obstante, mi primer contacto con esta palabra, y el de casi   todo niño cubano de varias generaciones, es gracias a los poemas  que José Martí dedicó a la niña exiliada en New York con sus padres cubanos, María Mantilla... especialmente,  Los zapaticos de rosa, poema que nos obligaban a citar de memoria y nombre de mi guardería.

Hoy casi toda las mujeres que van de mantilla estarán mucho más tristes y con un raro presagio, no ha salido ninguna procesión por la lluvia en toda la tarde... de seguir así casi se igualaría al año pasado cuando no salió ningún paso, ni los grandes de la madrugá, Gran Poder, Esperanza de Triana y Macarena... hecho que no sucedía hace más de veinte años. 




















Otros post sobre Semana Santa sevillana.


fotos Ana Luz (Luchi): Modelo Sol Martín. Jueves Santo.

Introducción a la Semana Santa de Sevilla


La relación que caracteriza de una manera más profunda y general el sentido de nuestro ser es la que une la vida con la muerte, porque la limitación de nuestra existencia por la muerte es decisiva para la comprensión y la valoración de la vida.
Este párrafo anterior lo escribió AntonioTabucci para su novela Sostiene Pereira, yo lo usaré como intro de mi post sobre la Semana Santa sevillana donde las vírgenes y los Cristos se adueñan de la ciudad y toda ella se convierte en un teatro isabelino donde la muerte y la resurrección es la esencia de esta fiesta y nos recuerda aquello de que el hombre es un ser para la muerte, seamos creyentes o no.
Esto último es lo primero que le digo a las personas a las que le muestro esta semana cuando vienen a visitarme a esta ciudad donde viví los dos primeros años de mi exilio a comienzos del siglo XXI.
Este año ha sido difícil, pues el tiempo no ha acompañado. No salieron procesiones ni el lunes ni el martes, materializándose el miércoles. Eso crea en los visitantes y en los capillitas un ansia de pasión infinita que crece a medida en que se van suspendiendo los pasos por la lluvia o los nublados.
A mi sobrino y su novia, él de Madrid, ella de Normandía, tengo que explicarles desde cero los matices y códigos de esta fiesta... y pasarles el decálogo de palabras claves, Paso: la procesión que lleva al Misterio, y al Palio; Misterio: donde va el Cristo; Palio: donde va la Virgen; Costalero, quien carga sobre sus hombros al Misterio y al Palio; Nazareno, cofrades y penitentes que van en la procesión; Capataz, el encargado de guiar desde el exterior a los costaleros que no tienen visibilidad ya que van bajo el palio o el misterio cubiertos por la decoración de los mismos; a los capataces se les suele escuchar expresiones como: ¡Al cielo con ella!, que significa levantar la virgen; Cirios: las velas; Cruz de guía: cruz que suele ir al principio de cada paso; Levantá: cuando los costaleros levantan el misterio o el palio de un solo golpe, y emociona a los espectadores que observan el paso; Madrugá: es la noche del jueves santo donde salen las procesiones más importantes de la semana: La Macarena, El Cristo del Gran Poder, La Virgen de Triana, entre otros...
Tener estos elementos básicos para ver la Semana Santa sevillana es importante, sobre todo para nacidos en Cuba durante la revolución con una cultura católica completamente nula, sin dudas, clave para entender esta parte de la sociedad española, su cultura, conceptos morales y su influencia hasta en los tipos de comidas tradicionales de esta época  (bacalao, garbanzos) o dulces como rosquillas o torrijas.
Uno se hace mayor en la medida que comparte lo que más le gusta con los seres más entrañables que le rodean. Ayer, en la plaza Montesión, fundada en 1560, en pleno corazón de Sevilla, vimos pasar y saludar una procesión que iba a recogerse en su iglesia... Las luces amarillas de la plaza, los cirios, la espelma repartida por el suelo, el olor a incienso, las exclamaciones de los andaluces por la cadencia melódica del palio y el misterio, sincronizados con la banda de música, conduce a una emoción fundada -en muchos un éxtasis- que invito a ver al menos una vez.



Otro post sobre la Semama Santa
foto: Arkolano. Las manos y el móvil de Yara.