páginas vistas

sábado, 20 de abril de 2013

Las mejores boleristas cubanas en dos CD.


El primero es una antología de boleristas cubanas que fueron famosas en La Habana desde finales de los cincuenta, hasta nuestros días. El disco, con excelente factura y diseño a color, ha sido editado este año por el sello Cuba Soul, impreso en EE. UU., y distribuido por Karonte, tiene título de apariencia sexual: Locuras de mujer. Este incluye a cantantes que abandonaron el país a comienzos de la revolución: La Lupe, Freddy y Marta Strada. Claro, el dato puede obviarse si se conoce que es producción perfilada para un público extranjero y no para consumo nacional. No obstante, este hecho no salva la totalidad de la selección.
De los 16 temas del disco destaco algunos.  El segundo corte, Besos brujos, a cargo de Celeste Mendoza, una delicia de interpretación y de arreglo, al estilo jazz band. Curiosamente Celeste, quien fue conocida como la reina del guaguancó, nos deleita aquí con un bolero excelente. Le sigue Moraima Secada, con Rompiendo, en la que se rescata nuevamente la calidad sonora del disco con los matices de su voz "afilinada" y una huella notable de swing. Ester Borja y Doris de la Torre con No tienes por qué criticar, son el único dúo del disco, con una calidad impecable de interpretación y un notable acompañamiento de guitarra eléctrica en solitario, al modo de Los Zafiros, discurso que sube con acierto la parada del disco. Amelita Frades con Aquel rosario blanco, es otro lujo entre las grandes. Freddy, de quien todo se ha dicho de su única grabación de Noche de ronda, en la que aprovecha para dar ciertos alargarmientos a algunas palabras y sílabas del texto que en su grave voz se convierten en otra canción; siendo un bolero, por momentos parece un blues con swing. Continúa la selección con Paulina Álvarez en un clásico de la cancionística española que hizo furor en La Habana, La violetera, esta vez con un estupendo arreglo en tiempo de guaguancó. Elena Burke canta el único son notable del disco: Llegaste a mi cuerpo abierto. El resto de las compiladas: Francis Nápoles, Marta Justiniani, Teresita Herrera, Marta Strada y Gina Martín, de quien se incluyeron dos temas, si bien no lo demeritan del todo, pasan por el disco sin penas ni glorias. Esta apreciación incluye también a Juana Bacallao y a La Lupe.

El conjunto seduce con las imágenes fotográficas que contiene: Nat King Cole en Tropicana; Moraima Secada cargando en brazos a su sobrino Jon Secada, muy pequeño; Freddy firmando el contrato discográfico que la convierte en artista de discos Puchito; una, impactante, donde aparece La Lupe del brazo de Pacho Alonso y Benny Moré. En todas se advierte la belleza y la juventud de estas mujeres, especialmente de Gina León, Elena Burke, Leonora Rega, Marta Strada, Rosita Fornés, Berta Dupuy. El disco tiene otra peculiaridad. La contraportada está invertida, con todos los textos en inglés y con fotos diferentes.
Los que verdaderamente deseen completar su experiencia sonora de intérpretes femeninas de la Isla, también pueden encontrar, sin tantos lujos ni fotos, el CD Señoras del bolero, editado por el sello cubano Bis Music en su colección Tributo. Éste, de notable calidad, contiene una selección de cantantes de la misma época que incluye a Blanca Rosa Gil, Gina de León, Berta Dupuy, Olga Rivero, Elena Burke, Olga Chorens, Amelita Frades, Paulina Álvarez, Celeste Mendoza y Olga Rivero con tres canciones cada una. No hay una sola foto de ellas, pero sí pueden escucharse sus admirables y excelentes voces.