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lunes, 8 de enero de 2018

Maya patina sobre hielo bajo la mirada de la Tour Eiffel.

Nunca piensas que ciertos sueños se van a dar. Este sí. Ver a mi niña patinando bajo la atenta mirada de la Torre Eiffel.  ♡


Ella con dos años ya andaba por aquí. Mi relación con Eiffel empezó en 1999, al llegar a París de La Habana.  Ya nada es igual aquí. En ese año se hizo la fiesta del cambio de siglo y la seguridad era mínima. Ahora a pesar de la seguidad y los escaner   vale la pena para ver sonreír a mi hija sobre la pista de patinaje bajo la etenta mirada de Eiffel.


Ayer mientras mi hija patinaba bajo la Torre,  si les digo que no tenía miedo o estaba en alerta, miento. Ha habido suficientes atentados aquí como para pasar por alto esto.
No obstante, las revisiones en todos los museos, en el Campo de Marte al entrar y salir, de los entornos de la Tour, vale la pena.
Nos han reducido la libertad de movimiento aquí pero su encanto sigue siendo demoledor para suerte nuestra. Yo me sentí feliz que mi hija patinara aquí. Ella estaba en una nube.


Sobre el cielo de París. Maya Pompidou


Tras visitar Les Halles llevamos a mi hija al Centre Pompidou. El nombre le pareció fabuloso. Ya en la terraza mirando París desde el cielo mismo. La modernidad del lugar le asombró. 
Desde Montmartre, París se deja ver bien  o desde la Tour Eiffel, las perspectivas de la ciudad son quizás su mejor lujo. También de noche desde la Terraza de las Galerías Lafayette fascina, o de día desde este excelente bar en el Centro Pompidou (que cumplió 40 años 1977-2017) 
Si tienes la oportunidad de venir no está nada mal que subas a esta parte del cielo.

Mi relación con Eiffel.

Yo comencé en 1999 al llegar a París de La Habana.  Ayer mientras mi hija patinaba bajo la Torre si les digo que no tenía miedo o estaba en alerta, miento. Ha habido suficientes atentados aquí como para pasar por alto esto.
No obstante, las revisiones en todos los museos, en el Campo de Marte al entrar y salir, de los entornos de la Tour, vale la pena.
Nos han reducido la libertad de movimiento aquí pero su encanto sigue siendo demoledor para suerte nuestra. 

Yo me sentí feliz que mi hija patinara aquí. Ella estaba en una nube.