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sábado, 12 de octubre de 2013

Mi impacto de las palabras vulvas de Lizabel Mónica.

Cuando leí por primera vez a Lizabel Mónica me dejó una especie de herida, no sé si en un labio, o en la pierna. Me pasó con otras poetas cubanas como Reina María Rodríguez y más tarde con Ludmila Quincoces. 
Algunos poetas cuando me gustan,  atraviesan alguna parte de mi cuerpo que no sé definir. Lizabel, con sus palabras vulvas, es una escritora transcendente en mí por la capacidad de asociación de circunstancias para llevar una idea-poema a su objetivo. Tiene una libertad que parece haber nacido en democracia, no tiene huellas de haber atravesado su piel por una dictadura. Adoro esta generación de escritores que han olvidado esa mancha verde.
Su  poema "Entrada", es en realidad, una Matriz, su matriz, aunque le llame vulva o agujero y lo resuelve de forma notable. Su verso "Hay palabras vulva" lo tendré clavado en la memoria mucho tiempo. Hay otros textos, pero quiero  que el lector habitual de mis post se sorprenda. Además, como todos los poetas le gusta que se lo hagan saber, tiene muro de Facebook, página web y correo electrónico a la vista. 
El día que el ayuntamiento de Barcelona permita hacer performance libremente por todas las Ramblas, prometo ( "sólo los dioses pueden prometer porque son inmortales") llenar las aceras del paseo por excelencia de Barcelona, con algunos versos de poetas que me gustan, en esa antología estarán los versos de Lizabel.
Fue una sorpresa descubrirla, más fuerte saber que ambos nos leíamos desde la distancia... (Arsenio ...¡me encanta tu blog! Me gusta esa poética del cuerpo como espacio político que van describiendo las entradas...) Dejó claro que el honor de leerla es mío. Su definición de una mujer, me dejó claro que quería tenerla en un post dentro de mi blog...
"una mujer es una mujer es una mujer es un blumer es una sayasosa babosa planta sobre piernas cúbicas y destituidas de líneas de frente englobo hinchados poticocos es una baticasa es un campo heredado para cosechas de hijos es una santa es una apalea da da y todo sé lo debemos a ella."


Poemas de Lizabel Monica.
Toallas
Las toallas blancas, las rocas ríspidas, las toallas rocas,
las toallas salientes, las toallas encallantes;
la tibieza límpida del patio (tras toallas rocas) y su claridad rigurosa
felpa blanquísima.
Miro desde dentro,
una de las toallas es mía.

Entrada
Hay palabras vulva. Se esconden y se arrastran por los agujeros.
De hilo a hilo no va nada, sólo nudos. Amarres productos, amarres dimensionales, amarres bala.
La aguja adquiere la relevancia de su paso por los agujeros.
La aguja es su paso por los agujeros.
La aguja es una historia potencial. Aún antes de horadar espacio alguno.
La aguja no es, sino los agujeros.

Aguja
Laurie dice: “No mata la bala, es el agujero”.
Había un agujero antes de dispararse bala alguna.
Hay un agujero. No mata la bala.
(No mata el agujero o la bala.)
No existe el agujero receptor. El agujero fluye, es una zona cóncava, plana o elástica a conveniencia. No a conveniencia del portador de agujero –un portador de agujero es siempre y antes un portador de aguja(s)–; no a conveniencia del canalizador de bala(s)… A conveniencia de una confluencia dada tal vez del encuentro acontecido en otra parte (no en el cuerpo del portador de agujero, no en el cuerpo bala), no se sabe bien dónde –no se sabe dónde por lo general–, porque la sustancia del encuentro es siempre el elemento –¿la baraja?– menos visible.
No mata el agujero o la bala.
Entonces, pues, lo que mata es la visita.

 Calles
Las calles de La Habana se juntan ante el ojo, se estrechan entre los pies. Y la gente, demasiada para tantas esquinas, se empuja para separarse. A veces cansados y con violencia. A veces muertos de risa.
...............
‒Desde que tenía seis años las puertas para mí se dividen en dos tipos. Las que me provocan un nerviosismo enfermizo y un dolor áspero en el estómago, y las que no. Las primeras tienen olor a pegamento; las segundas, olores disímiles, o no los tienen… No, espera, se apagó, dame para encender…
De repente no sentí ganas de seguir parloteando y me froté los dedos como si reclamara alguna carencia. Quizás sólo trataba de palpar mi repentino deseo de no hablar una palabra más por el momento. Pasé el cigarro.Le extendí la mano a Nara, pero antes de que ella pudiera reaccionar, Sandro acercó su encendedor y me ayudó a prender el cigarro. Fumé un poco más.
‒Hey, hola a ti, muchacha…
Todos me prestaban atención, y Nara movía una mano a modo de saludo.
Debo haber estado absorta con mis dedos por algún tiempo. Con la marihuana uno pierde las nociones temporales. De todas formas, hayan pasado veinte minutos o un segundo, yo seguía sin deseos de hablar; y peor, ya no quería estar allí.
Era la señal de que algo iba a ocurrir…. quizás ya estaba recordando.
 ........
Madre y sofá
Una madre y un sofá
en medio de paredes de oscilantes
fronteras blancas.


Cuba, 1981. Nació en La Habana. Escritora, editora y artista multidisciplinaria. Fundadora del proyecto Desliz en 2007, desde el cual lleva a cabo un reconocido trabajo cultural. Poemas, relatos, ensayos y crítica de arte de su autoría han sido publicados en revistas nacionales e internacionales. Su trabajo editorial incluye dos antologías sobre el escritor cubano Octavio Armand, y una página web en construcción basada en el CD de poesía sonora El Contragolpe , del poeta cubano Juan Carlos Flores. Tiene en proceso editorial la novela Tim sin Tina y el poemario Nudos , ambas en editoriales cubanas. Mónica ha sido invitada a ofrecer charlas y presentaciones en eventos culturales y simposios en Cuba y Estados Unidos, país en el que lleva a cabo varios proyectos de colaboración con distintas universidades. Lizabel Mónica se especializa en investigar las relaciones entre la literatura, artes y nuevas tecnologías.

Danay Suárez: Lágrimas de soledad, ¿negras?



¿Cuando la confianza se pierde, no existen palabras que te vuelvan a hacer fuerte?... ¿Escucha alguien esta canción?...
Vi  a la cantante  Danay Suárez de público en el concierto que hicieron los integrantes de Habana Abierta hace unos días (inicios de octubre 2012) en La Habana. Recordé que le debía un post a esta cantante cubana que empezó haciendo rap, y ha terminado en las "manos" y los arreglos del pianista y compositor  Roberto Fonseca, quien junto a Alfredo Rodríguez,  representan hoy la vanguardia del  jazz en Cuba.
Ella, que era una de las líderes del rap femenino en Cuba,  hace un tiempo  soñaba con hacer jazz, según sus propias palabras...

 «Nunca he dicho que sea una rapera», señala Danay. «Puedo rapear y cantar, pero lo que de verdad me gustaría es ser una cantante de jazz, para desarrollar ese estilo. No lo he hecho porque no tengo las habilidades musicales, pero las tendré algún día. Lo llevo dentro de mí». «Por supuesto, me encantaría tener un grupo de jazz», dice. «Me encantaría tener un estudio con ingenieros profesionales tras la mesa de mezclas. Pero hasta que eso ocurra, seguiré componiendo música en la calle, rapeando, incluso aunque no firme con una gran productora. Lo más importante es que la gente oiga mi música, que no es sólo sobre mi vida sino que también puede ser sobre las vidas de millones de cubanos. Eso es lo que hago». cita de Ecured.
   Danay jugando en su casa con pintura roja hace unos días. 


Roberto no le ha sesgado esa posibilidad de improvisar y rapear, sino que con esta experiencia la ha llevado  a un terreno jazzístico donde ella se mueve como si hubiese nacido en esas aguas, ella no se equivocaba cuando afirmó que lo llevaba dentro. En esas aguas de jazz donde no le sobra casi nada de lo que hace, en cambio, las piezas que he escuchado en youtube solo rapeando, no me convencen del todo. Me gusta más que esté a medio camido entre los dos estilos, creo que deber ser su equilibrio innato mientras siga evolucionado.
Desde que escuché a Telmary  con el grupo Interactivo, a inicios de este siglo,  no me llamaba tanto la atención una cantante cubana... Por la soltura y la libertad que desprende cuando hace jazz rapeado,  parece que improvisara toda la pieza, susurrando  esa huella que convierte en lágrima continua  de quien verdaderamente ha perdido la confianza en casi todo...
Danay en el concierto de Habana Abierta,
 por Ernesto Eduardo Dobargane


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