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sábado, 31 de agosto de 2019

Todos los hombres hemos tenido un Jeff Foster Dentro a SANAR...

"Me gustaría confesar algo.
Soy un hombre tóxico.
Un narcisista. Hambriento de poder y controlador. Un egomaníaco.

Sí, sí. Soy Consciencia, el Ser Divino, La Luz Eterna, el prístino e impersonal Océano de Consciencia en el corazón de todos los Seres. Soy todo eso, sí. Namasté

Pero, también quiero hacerme TOTALMENTE responsable de mi individual e imperfecta humanidad, mis defectos personales, mi condicionamiento de la infancia, mis patrones de relación destructivos e hirientes. Mi "gilipollas interno". Namaste.

Quiero ser parte de la solución, no del problema. Y sanar siempre comienza con una honestidad radical.

Así que, déjenme confesar: Soy un narcisista. Un narcisista completo, obsesionado conmigo mismo. Un abusador. Un maestro manipulador. Loco de ego.

O bien, ¡He visto estos patrones narcisistas emerger en mí y en mis relaciones cercanas a lo largo de los años! Y al traer estos programas infantiles tan profundamente grabados a la luz del Darse Cuenta, he sido capaz de comenzar el viaje hacia la comprensión, la sanación...y reescribirlos.

Así que, confieso: En mi dolor y vergüenza, en ocasiones, a lo largo de los años, he intentado controlar y manipular a mujeres. Mujeres que merecían algo mucho, mucho mejor. Las he juzgado. Las he desatendido emocionalmente. He intentado que calcen con mi imagen de "la mujer perfecta". Las he avergonzado, insultado, les he tomado el pelo y las he empequeñecido cuando no cumplían mis expectativas imposibles. Las he culpado por mi dolor. Las he hecho sentir culpables y pequeñas y equivocadas. Las he tratado de convencer de que eran ridículas e ilusas por pensar sus pensamientos y sentir sus muy válidos sentimientos. Les he mentido, escondido la verdad de ellas. He intentado hacerlas sentir que estaban locas, dudar de ellas mismas y sentirse impotentes, con el fin de poder controlarlas, mantenerlas adictas a mí, y evitarme los insoportables sentimientos de impotencia.

He controlado y dominado a mujeres para evitar intimidad real. En mi soledad y agitación interna, me he sentido con el derecho a tener su tiempo y energía, con el derecho a menospreciar sus necesidades, sus límites, sus sentimientos, he tomado su espacio psíquico y he hecho que todo se trate de MÍ. Me he hecho superior, un experto, el más especial, "el mejor", y he menospreciado sus preciosos mundos internos. Las he tratado como objetos a ser manipulados en lugar de tiernos, vulnerables, infinitamente valiosos seres a quienes escuchar, honrar, respetar y entregar seguridad emocional.

En el corazón de mi narcisismo había un terror a la intimidad, y profunda vergüenza y sensación de fracaso y de no ser digno, de lo que estaba mayormente inconsciente.

Mi padre me enseñó a ser un narcisista, a avergonzar a otros con el fin de evitar insoportables sentimientos de vergüenza, cómo juzgar a otros para evitar ser juzgado. Digo esto sin culpa ni malicia. Pero es la verdad. Interioricé las heridas emocionales de mi padre, sus ideas y creencias acerca de lo que significaba "ser un hombre", el lavado de cerebro que él recibió de sus padres. Cuando murió de Alzheimer, en dolor y confusión, pude ver su completa inocencia también. Su asustado niño interno. Su propio anhelo de amor, enterrado profundamente.

Y me gustaría confesar algo más.

Soy un co-dependiente. Soy un adicto al amor. Un complaciente crónico y un mártir del amor.

O al menos, he visto estos patrones en mí mismo a lo largo de los años.

En mi dolor y sentimiento de vacío, sin identidad, sin esperanza y sin significado en mi vida, he usado a mujeres para llenar mi vacío interno, para "repararme" y distraerme de mí mismo. He ignorado mis propias necesidades, mis propios sentimientos, mis propios deseos y pasiones, he reprimido mi ser auténtico y me he adaptado a lo que ELLAS querían que yo fuera. He actuado un papel, mentido y tomado un "falso yo" para ser amado y admirado y atendido. He dicho "sí" cuando quiero decir "no", y he dicho "no" cuando en realidad quería decir "sí".

He dejado inconscientemente que cada uno de mis límites sea violado, pisoteado, irrespetado, ignorado, para ganar y mantener el amor, evitar la vergüenza y el rechazo y el abandono.

Me he permitido ser abusado. He tolerado que me insulten, avergüencen, juzguen y ataquen. He permitido que mi apreciado espacio sea invadido, mis valores silenciados, mi dignidad pisoteada. Me he dejado dominar y abusar. He confundido los pensamientos de otros con los míos. Los sentimientos de otros con los propios. He reprimido mi verdadera voz, mi dolor, mi alegría, mi miedo y especialmente mi ira con el fin de ser "querido".

He permitido que otros pasen por encima de mis sentimientos, y he pretendido estar "bien" con eso.

No estaba "bien" con eso. Dentro, bramaba de ira. y suprimí la ira, y me enfermé y me deprimí.

Y por terror a ser visto como "malo", y para escapar de insoportables sentimientos de culpa, a veces me convertí en cuidador, en sanador, en terapeuta, en mediador, en salvador. Fui un "chico bueno" una "persona adorable". sin necesidad ni deseos propios. Confundí tener necesidades con "debilidad", sentirse enojado con "neurosis", y tener deseos con "enfermedad mental". Secretamente hervía de furia y resentimiento y cansancio dentro, pero escondí ese dolor, incluso de mí mismo, para mantener mis objetos de adicción cerca mío, y evitar mi propia vida, y evitar mi propia muerte.

He pretendido ser "desinteresado" para proteger al (no-existente) "yo". Imagínense.

Había algo narcisista en mi codependencia. Había algo codependiente en mi narcisismo. Ambos tenían sus raíces en el miedo: miedo a la muerte y la pérdida, a la nada y al vacío.

Ambos son dramas convincentes diseñados para evitarnos enfrentar nuestro dolor. Haríamos cualquier cosa para evitar el dolor.

Mi madre enseñó cómo ser complaciente, dios la bendiga. Lo digo sin culpa ni resentimiento. Pero es la verdad. Interioricé su culpabilidad, su necesidad de "hacer felices a todos" haciéndose infeliz a sí misma, su necesidad de silenciarse y deshonrarse a sí misma para atender los cambios de humor impredecibles de mi padre narcisista, los celos y la ira. Para protegerse a sí misma. Para mantenerse a salvo. Ahora comprendo que estaba haciendo lo mejor que podía, y utilizando la programación que aprendió de mi abuela, y tal vez cientos de generaciones de personas complacientes antes que ella. Estos patrones venenosos y auto-destructivos corren por generaciones.

Hasta que nos desmoronamos. Tuve que derrumbarme, llegar al punto del suicidio, romper con el miedo y despertarme.

He visto todos estos personajes dentro de mí: el narcisista y el codependiente. El "que siempre tiene la razón" y el "que siempre está equivocado". El adicto y el complaciente. El que corre obsesivamente hacia la conexión, y el que se escapa reactivamente y se esconde de la conexión. He sido el mono de circo, actuando en busca de restos de alimento emocional. He sido el asceta cavernícola, huyendo del mundo.

El que descuida a los demás para complacerse a sí mismo. El que se descuida a sí mismo para agradar a los demás.

El abusador y el abusado. La víctima y el victimario.

El que evita el amor y el adicto al amor.

Creo que todos tenemos estos patrones de carácter en nosotros, en menor o mayor medida, en diferentes momentos y en diferentes contextos relacionales. A menudo aparecen de manera más poderosa en nuestras relaciones más íntimas. Mientras más nos importe alguien, más inconscientemente podríamos tratar de evitarlos o controlarlos, culparlos u obsesionarnos con su aprobación, desconectándonos de nuestro ser auténtico.

¿La raíz de todo narcisismo y co-dependencia? Un terror inconsciente a la intimidad. El miedo a acercarse verdaderamente a otro ser humano. A ser visto. A ser conocido. A ser 'descubierto'.

"Si revelo mi vulnerabilidad, mi miedo, mi pena, mis dudas, mis preguntas, mi ira, mi indignidad, oscuridad y sombras, seré rechazado, descuidado, ridiculizado, ahogado, inundado, abrumado, abandonado ... y no podré ser capaz de de sobrevivir a eso ".

La voz del trauma de la infancia. La voz de aquel olvidado en el interior.

A medida que he podido amarme más y más, llenando el vacío interior, empapando el núcleo traumático de la vergüenza con consciencia y compasión, infundiendo con amorosa atención al "abandonado" interior, he necesitado cada vez menos evitar la intimidad controlando a los demás o permitiéndome ser controlado. He necesitado cada vez menos culpar a otros, avergonzarlos, tratarlos como objetos. He sido más y más capaz de estar presente con los demás, permitirles tener todos sus sentimientos subjetivos, deseos, alegrías y tristezas, y no he visto su experiencia más profunda como una amenaza existencial.

Al sanar, he necesitado cada vez menos ser adicto a los demás, 'usar' a otros para llenar mi propio "agujero negro" interno. A medida que me he sentido más y más completo dentro de mí mismo, he podido hablar, decirles a otros mi verdad vulnerable y honesta, establecer límites, decir lo que está bien y no está bien para mí, incluso a riesgo de herirlos, decepcionarlos o enojarlos. He podido arriesgarme a perder el "amor" para conectarme más profunda y auténticamente. También he encontrado personas, tanto mujeres como hombres, que pueden amarme realmente por lo que soy, no por lo que pretendo ser. Este ha sido el mayor regalo, y sorpresa de mi vida: que soy totalmente adorable, incluso con todos mis defectos e imperfecciones. Que hay gente aquí que escuchará y se quedará, y no me avergonzará o tratará de "arreglarme", sino que me sostendrá con amor en presencia, me apoyará en mi vulnerabilidad, celebrará mis lágrimas y pasiones y no se alejará con disgusto. No necesito suplicar por amor, o controlar a otros para ganar el amor, o abandonarme por amor. Solo necesito ser yo mismo, y soy digno de amor.

Y si alguien no puede proporcionar este tipo de amor, seguridad y apoyo, siempre puedo establecer límites, o incluso alejarme si es necesario, sin culpa - una feroz auto-protección.

Descubrí que el amor no es algo que podamos ganar o perder. No se encuentra a través del control o la manipulación de uno mismo o de otro. No se encuentra a través de la adicción o el martirio. Se encuentra en lo más profundo de mi corazón. Se encuentra cuando puedo estar completamente presente con el que tengo enfrente. Escuchar profundamente su mundo interior, mientras permanezco exquisitamente conectado con el mío, y no confundir los dos.

Permitirme tener mis propios pensamientos, deseos, impulsos y sentimientos imperfectos, y permitir que el preciado ser que tengo enfrente también tenga los suyos. Escuchar. Recibir. Ser abierto y suave y flexible. Pero también hablar cuando algo no está bien para mí. Afirmar mi verdad, mis necesidades. Compartir mi mundo interior vivo, claro y desordenado. Y permitir que el otro también tenga su voz. Yin y yang. Masculino y femenino. Rendirse a los demás, y agredir saludablemente, desde la presencia, desde la compasión. Penetrar, y ser penetrado. Recibir y afirmar.

Agua, y fuego. Cielo y tierra.

Inmortal, mortal. Espíritu, carne.

Gracias Padre. Gracias Madre.

Quiero alumbrar una brillante Atención divina sobre mis heridas humanas más profundas, verter el elixir sagrado en los lugares que duelen.

Quiero ser Conciencia misma, sí ... pero también quiero tomar la forma de un hombre humano imperfecto, parcialmente roto, totalmente vulnerable, sensible y honesto, un trabajo en progreso.

Rezo para que pueda encontrar el coraje para erradicar toda violencia y falsedad en mí, incluida la violencia de tratar a los demás como objetos (narcisismo) y la auto violencia de tratarme como un objeto para los demás (co-dependencia). Rezo por poder quemar patrones disfuncionales a medida que surgen en las relaciones, en el fuego de la presencia, en el crisol alquímico de la intimidad.

Humildemente pido ayuda a mis hermanas en este trabajo. Dios sabe que necesitamos la voz feroz y honesta de lo femenino divino, ahora quizás más que nunca.

Humildemente me disculpo con cualquier persona, hombre o mujer, a quien alguna vez haya herido, consciente o inconscientemente, a sabiendas o sin saberlo.

Tenía miedo. Estaba pasando viejas cintas en mi mente, como todos nosotros. Cintas de miedo y castigo que mis padres me habían programado inconscientemente cuando era joven. Cintas de indignidad y culpa. Cintas que me dijeron que me abandonara y reprimiera mis sentimientos más profundos, mi sensibilidad y mi salvaje intuición. Yo era inocente entonces. Todos lo éramos. No conocía otra opción mejor que copiarle a "Ellos", los dioses de mi universo. Estaba sufriendo y necesitaba amor pero estaba aterrorizado de ser amado. Pensé que el amor significaba dominar o ser dominado, controlar o ser controlado, o perderme a mí mismo en otro. Estaba equivocado.

Esto no es una excusa. Sólo la verdad. Sólo la cruda verdad. Lo sé mejor ahora.

Y entonces les digo a todos mis hermanos:

Todos sabemos más ahora. Hagámoslo mejor.

PODEMOS SANAR.

COMENCEMOS DICIENDO LA VERDAD. "

- Jeff Foster

Foster was born in 1980 in London, England. He studied Astrophysics at Cambridge University. At this time he was overwhelmed by feelings of despair and loneliness, which eventually led to physical illness and a personal breakdown soon after graduation. He was convinced he was going to die. Foster returned to live with his parents, reading and studying for a year on spirituality, searching for relief from his depression

martes, 20 de agosto de 2019

La casa de Papel se rinde a la Guantanamera de Compay Segundo




La Casa de Papel, la serie española más vista en Nexflix( 34 millones)  no escapa a la influencia musical de Cuba. Y cae con con un tópico "La Guantanamera,"  versión de  Compay Segundo... 
BERLIN, personaje que murió en la 1ra parte se la canta a su hermano El Profesor, protagonista y líder de la serie. Capítulo 4 de la última temporada.

Una explicación posible da Massiel, una seguidora  en mi muro:
"Porque uno de los directores de esa serie se llama Alejandro Bazzano  es uruguayo y es de la primera generación de graduados de la escuela internacional de cine de San Antonio d los baños. Ahora hizo Victima numero 8 , la acaban de estrenar en Netflix y creo esta muy buena."

Otra lectora N. B. le parece "Cheo," en lenguaje cubano sería antiguo y que en España sería hortera. Yo le contesto en tres notas que resumo aquí:

1ro. "Si te parece 'cheo' que  la serie de Netflix que han visto 34 millones de personas en el mundo, en vez de elegir un fado, una polka, una canción francesa, un samba, un tango, un merengue, una plena, etc, elija una canción cubana como La Guantanamera que gracias a cosas así se mantiene viva, y además miles de músicos cubanos se mantienen tocando en restaurantes, bares, y en la calle  sones y nuestros temas como esto. Es que no sabes ver la transcendencia de esto."

2do. "Será que llevo 30 años escribiendo de música cubana y viajando por Europa y sé lo difícil que es tener al menos un tópico de referencia, para reafirmar nuestra existencia mínima. 
Dime un tópico de una canción  turka, pakistaní, india, africana, australiana, alemana (en la serie ponen una italiana que ya los jóvenes europeos han hecho suya Bella Ciao, y ellos muy felices). 
Sabes lo difícil que es ser universal u occidentalmente universal. 
El verano pasado recorrí 900 kilómetros en Alemania, estuve en Suiza, Austria, y en todo el trayecto en coche no vi ni un solo tópico, ni de E.U, ni de América, nada ni musical ni cultural. 
Entre con una camiseta de Kafka en un pueblo del Lago de Constanza y unos checos casi me cargan. No sabes lo feliz que es tener un tópico reconocible fuera de tu entorno,  a ningún checo se le ocurre pensar, o portugués, que Kafka o Pessoa cansan. 
Me parece triste que pienses eso pero es tu libertad."

3ro. Creo que hablamos cosas diferentes. A mi La Guantanamera no me quita ni da nostalgia. Yo voy a ver al pianista Omar Sosa, en "Luz de Gas" o al trompetista  Carlos Sarduy y la cantante Yadira en un club de jazz en Barcelona y son mi nostalgia. 
Pero el valor que tiene el hecho de que una canción cubana aparezca en una serie tan vista es brutal para músicos que no son Chucho, Gonzalo o Sandoval u Omar Sosa.
Tengo amigos catalanes y brasileños que  se ganan el pan como músicos callejeros en la barceloneta ( playa de barcelona) cantando La guantanamera y Lágrimas negras, y cuando las cantan turistas de medio mundo dejan caer monedas de euro en sus sombreros gracias a que la escuchan y la identifican con un recuerdo. Y yo he tocado con músicos brasileños, o franceses callejeros en Nice o Montmartre La Guantanamera, u otras músicas tópicas y  no sabes el placer que da, tener al menos un tópico fuera de esa isla o de Miami.



viernes, 16 de agosto de 2019

Roberto Carcassés improvisa un Interactivo en Barcelona en el Marula Café. Verano 2019


Ayer el MARULA CAFÉ subió un estrado más en la noche en Barcelona cuando el pianista Roberto Carcassés (Creador y director de Interactivo que reside en Cuba)   reunió a músicos que tocan juntos en Barcelona y armó un Interactivo Barcelona con Yadira Ferrer Rey (voz),  Carlos Sarduy Dimet, (trompeta)  Frank Durand (batería) Diego Coppinger (bajo) entre otros y convirtieron este club de funky y jazz en un local de jazz habanero con sabor Habana.

A Yadira no hay formato que se le resista y la frescura y  su resonancia musical;  si es hacia el jazz ella improvisa y proyecta su crecimiento creativo a niveles insospechados. Ayer a las 23 horas se adelantó la luna llena en el Marula Café, culpa del ciertos músicos cubanos.


Roberto Carcassés llevó ayer esta su canción  "Cubanos por el Mundo" del Danzón al Latin jazz, como ir de La Habana a New York sin visa, desde Barcelona. Gracias a un Fran Durand en la batería que es capaz de hacer que el ritmo cambie de un estado a otro sin alteraciones pero con sincopa cubana. Y luego llegó Carlos Sarduy Dimet con una improvisación de luxe en esa trompeta que sube el clímax con Yadira Ferrer dando lo mejor en la voz mientras D Coppinger trafica sonidos con el bajo.
Roberto Carcassés estaba  tan a gusto con esta banda que le faltó tiempo para decir esto es un "Interactivo"... y lleva razón son excelente músicos. 



Carcassés y esta banda, no solo tocó piezas de su trabajo con Interactivo en el Marula Café; sino que tocó con esta banda armada para la ocasión, una pieza de Yadira Ferrer Rey "Segundas Partes." Donde Yadira además de interpreté, demuestra que también es una excelente compositora.. -Solo faltó que tocara el piano. Aunque esa forma de interpretar afinada y exquisita uno sabe que también hay un piano en su voz. Carlos Sarduy no deja nada al azar cuando improvisa, y esta vez Yadira realizó un scat con su voz que quedará paraa un estudio de improvisaciones memorables.

Este improvisado encuentro de cubanos músicos que viven en la isla y otros que viven en el exterior hace años, demuestra que cubanos somos todos y por mucha diarrea política que exista para dividir la música que generan todos eso es imposible.  Carcassés demostró una tesis que él plantea o planteó en la formación de su grupo, la interactividad de los buenos músicos no está geolocalizada en la isla de Cuba, sino allí donde hay creatividad y talento, esta vez le tocó a Barcelona. Gracias.




viernes, 9 de agosto de 2019

Trencadís de recuerdos entre la madre de Julio Cortázar y mi niña

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Julio Cortázar cuenta en una entrevista en radio televisión española sobre su obra, que él en Argentina soñaba con unos azulejos de colores muchas veces en el tiempo, un día le preguntó a su madre por qué. Ella creía que él soñaba así, pues antes de regresar Argentina pasaron un tiempo en Barcelona y ella lo llevaba cada día al Parck Güell por las tardes. 
Yo he tenido la suerte de poder llevar a mi niña durante un tiempo casi cada día al Parck Güell desde que es pequeña, por cercanía vecinal. Cortázar o su madre en esta entrevista no recordaba que la palabra que define esto es TRENCADÍS, que puede ser una de las definiciones del modernismo en Gaudí. Esa manera de romper el azulejo para buscar la forma gaudiana de definir su obra que es la curva, las curvas.

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"El trencadís (término de la lengua catalana que podría traducirse como troceado o 'picadillo') es un tipo de aplicación ornamental del mosaico a partir de fragmentos cerámicos —básicamente azulejos— unidos con argamasa; muy habitual y característico en la arquitectura modernista catalana.
Los arquitectos modernistas ya eran —quizá por respeto a los recursos estéticos de la albañilería mediterránea— aficionados al uso de baldosas cerámicas, pero fue Antoni Gaudí quien propuso un sistema que se consideró inédito: el «trencadís». Relata una anécdota de la vida del artista, que Gaudí fue al taller de Lluís Brú y al ver como colocaban las piezas, agarró una baldosa y una maceta y rompiéndola exclamó: «A puñados se tienen que poner, si no, no acabaremos nunca».2 Se ha considerado a Josep Maria Jujol el encargado de aplicar esa 'técnica' y quien le dio la personalidad característica.

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Se utilizaba material desechable de la fábrica Pujol i Bausis, emplazada en Esplugas de Llobregat, además de fragmentos de platos y tazas de café de loza blanca de diversa procedencia. También se utilizaron baldosas de cerámica y el mosaico con la técnica del opus tessellatum.
Con el fin de conseguir cromatismo, se optó por la utilización de cerámica esmaltada, que ofrece colores vivos, aprovechando la superficie lisa y pulida junto con la superficie tridimensional de su arquitectura, 
Resultado de imagen de trencadis de park guellpara causar el máximo efecto de brillo al incidir la luz en las composiciones."