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viernes, 15 de febrero de 2019

Entrar con una camiseta de Frank Kafka a una carnisería de Liggeringen, Radolfzell am Bodensee. Sur de Alemania.


Mi amiga Beate, alemana y nacida aquí,  me había dicho que la mujer del carnicero era colombiana y él  Jan Rybovic, checo, pero no que fueran lectores. 
Entramos a comprar chorizo, jamón y salami y ella, le dijo a él, ¡lleva a Kafka!  
Tras las presentaciones en castellano, le dije que mi viaje a Praga fue inspirado en Kafka y Kundera. Las dos K literarias checas que habían cambiado mi vida. Que fue mi primer viaje a Praga y desde hace cinco años esta camiseta es parte de mi vestuario de verano a pesar de los años.
El me recomendó varios pueblos de Chequia no muy lejos de este pueblo que ronda mil habitantes.
Si Kafka está en algún lugar viendo a un Checo, una colombiana y un cubano, hablando de su obra  en castellano todos en Liggeringen, flipa en colores de felicidad. Lo que hace la literatura no hay quien lo separe.

Previa del Juicio al Procés. La ultraderecha fracaza con una manifestación en la plaza Colón de Madrid.

El tripartito de derecha-ultra andaluz: Casado,  Rivera y Abascal,  intentaban concentrar un millón de personas en Madrid contra el independentismo catalán,  y de paso contra Pedro Sánchez y fracazaron. Aunque la convocatoria la planteron al revés. Contra Sánchez por pactar con el independentismo, mentira burda pues los independentistas ERC y PdeCat ni dejaron siquiera tramitar los presupuestos, con el juicio del procés en la tele.

Pero parece ser que no hay suficiente odio a Catalunya fuera de esta comunidad, por suerte, como para concentrar tal cantidad de gente con esos objetivos.

La manifestación no llegó a 45 mil personas, fue un fracazo, según la prensa,  si como pretendían era emular las grandes citas en la calle del independentismo se quedaron en una rotunda eyaculación precoz. Hasta difundieron videos fakes donde habían edificios en Madrid que ya ni existen. Varios noticieros desmontaron la farsa.

Hablaron que los "españoles" allí reunidos eran gente de "bién, " habían varios del PP con juicios pendientes por corrupción, y Mario Vargas Llosa, la estrella nobel de Cs, que defraudó dos millones de euros a HACIENDA somos todos. 

La Manifestación intentaba ser un acto para destitución de Pedro Sánchez. Así se vendió y
Enric Juliana,  escribió en La Vanguardia, dijo quería ser  oceánica de millones de personas, y se quedó simplemente en un pataleo. De la ultraderecha donde solo ganó la Extrema, Vox, que carece de representación en el Congreso, PP y Cs, este último no quería ni hacerse una foto final y dejó a Arrimadas en Barcelona para no enervar aún más a los catalanes que no le votaran en otras elecciones.
Arrimadas, que parece ser más lista dijo que se le fue el avión. Cuando pudo haber venido en AVE,  una excusa para evitar una foto, aunque todos sabemos que forman trio de fachas (#trifacho) en Andalucía.