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martes, 26 de marzo de 2019

Miguel Estorch y José María Dau dos catalanes que intentaron acabar con la esclavitud en los ingenios en el siglo XIX





Miguel Estorch fue un catalán que en la zafra de 1840-1841 se le ocurrió llevar catalanes a su ingenio La Colonia en Puerto Príncipe, e intentó que trabajaran como asalariados en todas las labores de la elaboración de la caña de azúcar, sustituyendo a los esclavos. Seguramente inspirado en el libro manual de otro catalán José María Dau, "Ingenio Sin Esclavos," publicado por imprenta de don José María Palmer, La Habana, 1837 y reproducido en las Memoria de la Sociedad Patriótico de La Habana, cuyo fragmento ilustra este post. Su proyecto convertía a los colonos en propietarios. Dau da las pautas económicas para sustituir a los negros esclavos por catalanes u obreros asalariados. En defensa de la idea que una base asalariada era posible para hacer los trabajos azucareros.
La tentativa de Estroch fue recibida en la Habana con elogios importantes:

“los catalanes de Estorch lo están haciendo perfectamente”, y añade vengativo: “¡Qué ejemplo para los negreros!”
 José de la Luz y Caballero.
La Sociedad Patriótica de La Habana también hizo públicos agradecimientos a Estorch por haber introducido en Cuba el sistema de la “colonización blanca”. 

La realidad fue que el experimento de Estroch fracasó, porque quiso que los catalanes que se trajo de la metrópolis trabajaran 18 horas como los negros esclavos. Luego, los catalanes que vinieron, querían que sus hijos fueran tratados como criollos de nacimiento y no como hijos de esclavos. Sin olvidar, que el sueldo que pagaba era una miseria. Y los peor, fue que los "negreros," también catalanes, no les convenía para nada que esto saliera adelante y pusieron muchas trabas y lo más importante, le ofrecieron trabajos en Puerto Príncipe mucho más viables económicamente de los que hacían en el ingenio La Colonia.
Eso ya lo había advertido José María Dau:

"mientras siga la práctica de pagar al labrador diez pesos al mes, una ración mezquina, arbitrios de ninguna especie, nada de familia y que salgan a buscar un hospital de caridad a muchas leguas de distancias, en caso de enfermedad, no hay que cansarnos, no habrá labradores, que gusten derramar sus sudores, para amasar la fortuna de otros, 

sin tener la más mínima parte de ella, pues a cualquier cosa que se dediquen en un país nuevo como este, y sobrado de recursos, encontrará más provecho y menos afanes"  José María Dau. Ingenios sin Esclavos, 1837

Teniendo en cuenta que la esclavitud no terminó en Cuba hasta el año 1886. A mi me parece una idea bastante novedosa y revolucionaria para la época. No entiendo realmente a historiadores importantes como Manuel Moreno Fraginal quien califica a Estrorch como "traficante blanquero," cuando en realidad estaba ofreciendo una salida diferente al tema de la esclavitud en Cuba.  

Olvidar que en ese momento los contemporáneos catalanes de Estroch y Dau durante los treinta años de tráfico legal (1790-1820) se ha podido establecer la presencia de 146 embarcaciones catalanas entradas en Cuba, que constituyen un 7,45% del total y un 24,7% de las españolas. Estas embarcaciones llegaron a transportar unos 30.696 esclavos. Hombres muy poderosos como el marqués de Comillas o Joan Güell (el padre del mecenas de Gaudí) era normal que se opusieran a estas iniciativas de trabajo asalariado que venían seguramente de Inglaterra, que abolió el tráfico en 1807 y la esclavitud, en 1833, cuatro años antes que a José María Dau escribiera Ingenio Sin esclavos. No dudo de su influencia inglesa pues según cuenta moreno Fraginals Dau, traduce en 1832 la obra de Richarson Porter sobre la caña de azúcar. Si uno ha esto que Francia no abolió la esclavitud hasta 1848, Dau y Estroch eran realmente revolucionarios.

En un folleto que publica Estorch sobre su fracaso  en 1856 dice: "El que busque las ventajas de la colonización de la parte económica, no hallará más que desengaños"


Hay que valorar que al menos lo intentaron a pesar de las presiones tanto en Cuba, como en Catalunya de familias muy poderosas que querían mantener el "statu quo" de la esclavitud como finalmente lo lograron hasta finales del siglo XIX, ahora el triunfo de las iniciativas de estos catalanes insurrectos y fuera del sistema, seguramente hubiese impedido que mi bisabuelo esclavo africano Abrahan Olano, que llevaron de su Congo natal a Cuba, quizás nunca hubiese sido esclavo a Cuba.