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domingo, 12 de noviembre de 2017

Arturo Pérez Reverte: España es un país que nunca cuajó como Estado, nadie se escandaliza, no es independentista catalán.

Le van a entrevistar por su último libro Falcó pero le es imposible no hablar del conflicto catalán. Lo curioso, es que dice las mismas cosas que dicen los independentistas sobre el origen del conflicto a nivel histórico pero nadie le ataca.  La mayor risa es que cuando le mencionan a Puigdemont suelta los peores adjetivos. En cambio, dice exactamente lo mismo que él a nivel histórico del conflicto con matices, muy leves. Esto es un país donde nadie escucha ni lee al adversario. Y se comete el ridículo de coincidir creyendo que te diferencias.

El otro día me pasó con José María Aznar que destrozó a Rajoy por inoperante y dejar un vacío de poder en Barcelona desde el 2006. Y nadie le ataca, ayer este hombre (-que no me gustan ni sus libros ni sus artículos no lo he leído, tengo otros autores preferentes-)  hace lo mismo, y yo corto y pego sus palabras idénticas a la justificación dada por un independentista.
Pero en algunos les está permitidos decir que en España el estado nunca ha sido fuerte y es un desastre. Si esto lo dice un catalán, encima  'indepe' le aplican el 155.

Hace unas semanas, en una entrevista en ‘El País’, el hispanista John Elliot vinculaba el descontento que motiva el problema catalán a los siglos XVI y XVII: revuelta ‘dels segadors’, Felipe IV y Felipe V, Guerra de Sucesión y Decretos de Nueva Planta. ¿Qué le parece como tesis?

- Es cierto, es cierto, el origen está ahí. España es un país que nunca cuajó como Estado. En Francia hubo una Revolución que acabó con el Antiguo Régimen, acabó con los privilegios feudales y jacobinizó el país y lo convirtió en un Estado fuerte, organizado y moderno. Eso permitió que, en teoría, no hubiese privilegios, que los privilegios estuviesen supeditados al bien común. En España nunca hubo guillotina, ni revolución y jamás fue purgado. Los de siempre, los curas, los aristócratas, el dinero y la Monarquía fueron pasando de un sitio a otro sin perder sus privilegios. Lo mismo pasó con los privilegios territoriales. La República Francesa aplastó La Vendée y la hizo sumisa a la idea de la patria y la nación francesa. Eso en España nunca ocurrió, nunca hubo un Gobierno central lo bastante fuerte como para imponer su centralismo y nunca hubo un Gobierno lo bastante plural como para crear un Estado Federal real con competencias lo claramente delimitadas… [Silencio, Pérez Reverte me mira unos segundos]. ¿Pero cómo me estás haciendo esta entrevista?

- Es muy interesante todo lo que está diciendo.

- [Ríe] Bueno, bueno, pues lo resumo: en España nunca fraguó ni el Estado plurinacional ni el Estado central. ¿Mi opinión personal? Yo soy jacobino, a mí me gustan los Estados fuertes; no ahora, ojo, digo históricamente. Creo que el camino para que España hubiera sido un Estado moderno y fuerte hubiera sido un XVIII y un principio del XIX jacobinos: una idea de nación a la francesa. Pero en España eso no se dio. Aquí se mantuvieron todos los vicios y malformaciones ancestrales y la modernidad nunca pudo combinarlas. Por eso Cataluña y el País Vasco no son más que los residuos, los restos, las consecuencias, dramáticas a veces y grotescas otras, de un Estado que nunca supo conformar su identidad de una manera coherente, ni jacobinamente, ni plurinacionalmente.

- ¿Estos territorios siempre han mantenido privilegios?

- Es que los privilegios siguen ahí. El problema de España es que los privilegios nunca han desaparecido; al contrario, se ha incrementado la insolidaridad.

Nota: Yo tomé solo las preguntas relativas a la historia de España y Catalunya.
"La vileza, la infamia y la irresponsabilidad que abocaron a la Guerra Civil siguen estando ahí"
12 noviembre, 2017 . El Español. l Periodista, escritor y académico Arturo Pérez-Reverte(Cartagena, 1951)

Ejemplo de manipulación gráfica de ElPaís. Portada tras la manisfestación del 11-N en Barcelona.

Yo jamás pensé que el diario que más he leído en mi vida. Iba a caer en la decadencia informativa y manipuladora más absoluta en tan poco tiempo. 
Nadie se imagina la primera vez que un amigo muy generoso y querido ( reportero de ElPAÍS)  tras entrevistarme en Cuba, con motivo del éxito en España de Compay Segundo, Orishas, Athanai con Rosario, y Habana Abierta.  Me sacó en el artículo que publicó en el ElPaís. 
Eran los años noventa. Yo veneraba este periódico en todas sus sesiones y revistas. Yo aún conservo enmarcado mis palabras en la sessión de música del ElPaís cuando aún era el ELPAÍS, y no la decandencia de intereses de Empresas del IBEX 35 en que se ha convertido.

Ahora lo miro solo por el rigor periodístico para contrastar y ver hasta donde llega su cloaca.
Si alguien tiene un mínimo de tiempo observen la manipulación visual y sutil que hace ELPAIS de la Manifestación de ayer 11/N.2017. Que ocupó 3 kilómetros y medio del carrer Marina que llega hasta mi casa. Y que ví personalmente y grabé a la altura de Sagrada Familia. 

Para disminuirla y desacreditarla no ponen fotos aéreas de la misma. 
No son burdos y no niegan la realidad. No sencillamente humillan visualmente a una gran mayoría poniendo una foto casi cenital ( plano de cerrado) donde se ve una bandera y un grupo de gente. Solo le supera ABC con tres personas y una estelada. Portada que ni me atrevo a poner.

No hay que ser un experto para saber que gráficamente es la peor manera de informar de un acontecer de estas carácteristicas. Cosas que ellos sí hivieron cuando las Manifestaciones contra la guerra de Irak o el 11-M o contra ETA.
Ahora han olvidado las azoteas y los planos generales. Se han convertido en los reporteros gráficos de TVE1. Ambos prohíben planos generales.  Una actitud vomitiva que empaña una trayectoria y periodistas brillantes. Hasta el ABC, que hizo lo mismo fue más generoso.
Y dejo claro que critico su manera de informar. No la libertad que tienen para hacerlo. Ellos mismos.

Ayer la encendida de móviles mientras se cantaba la Estaca, hizo de luz cuando ya el sol se había ido. Y las imágenes plásticas que salieron en la prensa, menos en ElPAÍS, así lo demuestran.
¿En qué  se ha convertido ELPAÍS?