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jueves, 10 de julio de 2014

Cae la tarde en Barcelona, verano y árboles como raíces...


Hago esta foto intentando coger la luz y sus matices y llegó tarde. Luego descubro que el farol, fanal me gusta decir, entre el fondo azul, el leve amarillo rosa del centro y los árboles que parecen raíces invertidas, me gusta. Se la regalé a una amiga cronista de la música electrónica en Cuba. Me había hecho feliz enviándome un info sobre el tema y me pareció bien regalarle algo de Barcelona.
El apego de la tarde en Barcelona se infiltra y se comparte. Cada exceso de regalo y belleza no me debilita. Picasso  que vivió tanto en esta misma ciudad que yo habito, seguro hubiese convertido todo esta imagen en una guitarra, o un toro, yo apenas puedo unas cuantas palabras.


Para relaciones efímeras y profundas no hay un cartel más exacto...


Sólo se me ocurre escribir debajo... " Ojalá un día no seas tan profunda. La levedad también existe. Vivir siempre en un pozo profundo de ideas es difícil. Cuando hablas desde allí, haces mucho eco con el túnel cilíndrico del aire que sube hasta la superficie. Sé feliz."

Las calaveras siguen de moda...muertos vivientes....

"Todo comenzó cuando en el 2011 el diseñador de modas Alexander Mcqueen introdujo las bufandas con el logotipo de calaveras en la tela y de ahí todo Hollywood. Luego, como todo lo que gusta en la moda  se extiende rápidamente, todo el mundo comenzó a incluir las caritas de muertos en diferentes piezas."
Para lectores empedernidos los muertos siempre están de moda, al menos yo llevo rodeado de muertos toda mi vida... Leí a Platón, gracias a Erick Fromm cuando ambos ya estaban muertos. Comencé a leer a José Lezama Lima en 1978, cuando había muerto dos años antes, él me llevó a otros como Joyce, también muerto. Me fasciné con los Faraones gracias a un padre marino mercante que me trajo un Faraón de Egito en uno de sus viajes. Luego estudiando la carrera de historia tuve que rodearme de todos los muertos ilustres para intentar dar lustro intelectual a mis ideas y luego a mis textos...
Para colmo nací en una ciudad como La Habana, en una barriada, El Vedado, donde el cementerio de Colón, es una ruta de muertos entre los vivos, pues la ciudad vive en torno a sus caraveras, quizás por eso he escrito post de las tumbas de Machado, Cortázar, Sartre, Gainsborug y otros muchos...
No obstante, nunca había visto tantas carabelas en la calle, en la piel de las chicas, en sus ropas, en anillos, sortijas, pendientes, y hasta en las puertas de las tiendas como vi anoche en el Passeig de Gràcia en Barcelona e ilustra el comienzo de este post.
He escrito todo esto sin hablar de Méjico donde el culto a las carabelas es total...quizás el verdadero origen de esta moda.
Bufanda de calaveras clásica de Alexander Mcqueen