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jueves, 30 de mayo de 2013

Película Argo...Ben Affleck me hace recordar lo peor de Cuba.

Fue en el 80, nunca se olviden, Santiago Feliú.

Viendo la película Argo que dirigió Ben Affleck me quedé espantado del parecido totalitario de Teherán, Irán en los años ochenta con policías revolucionarios por todas partes seguidores del Ayatolá buscando enemigos y opositores, y la policía revolucionaria de La Habana bajo la doctrina de Fidel Castro, en esos mismos años. 
Especialmente la escena  del control de pasaportes en el aeropuerto de Teherán y el control en El aeropuerto de  La Habana cuando sales por primera vez y sin retorno, es un estado de tensión tal que no es comparable con nada en el mundo. Sabes que por la mínima contrariedad puedes quedarte bajo el régimen y ese miedo te estremece tanto que olvidas que dejas lo mejor de ti detrás. Un monumento en cada país debíen hacerle a Hannah Arrendt por escribir con lucidez sobre el origen del totalitarismo... "En la fase de implantación del régimen, el terror golpea a sus enemigos reales. Luego, ya implantado, golpea a sus enemigos "objetivos", según la orientación político-ideológica del gobierno, aunque no tengan posibilidad alguna de obstaculizar su marcha. En su última fase, golpea a víctimas elegidas completamente al azar." .

Argumento de Argo.
La película cuenta: "Como la embajada de los Estados Unidos en Teherán es ocupada por seguidores del Ayatolá Jomeini para pedir la extradición del Sha de Persia, la CIA y el gobierno canadiense organizaron una operación para rescatar a seis diplomáticos estadounidenses que se habían refugiado en la casa del embajador de Canadá. Con este fin se recurrió a un experto en rescatar rehenes y se preparó el escenario para el rodaje de una película de ciencia-ficción, de título "Argo", en la que participaba un equipo de cazatalentos de Hollywood. La misión: ir a Teherán y hacer pasar a los diplomáticos por un equipo de filmación canadiense para traerlos de vuelta a casa."
Además del parecido tan real del adoctrinamiento de las masas contra un "enemigo" me llamó la atención la coincidencia en el tiempo. El rescate de los rehenes por parte de la CIA fue en enero de 1980, y justo tres meses más tarde en La Habana, un grupo reducido de cubanos entró por la fuerza en La Embajada del Perú en un autobús, y se refugiaron dentro. Al gobierno de Cuba no se le ocurrió otra cosa que quitar los custodios de esa embajada y se colaron en unas horas diez mil cubanos, tuvieron que cerrar, todo el país podía haber entrado si se queda abierta... 
El paralelismo de Teherán y La Habana es tan fuerte que estoy convencido de que el gobierno cubano no creó la misma tensión en las calles de forma casual, y si fue casual es una prueba más de que los gobiernos totalitarios son calcados aunque estén separados miles de kilómetros...
Parte del pueblo gritando por las calles contra Estados Unidos de La Habana de 1980 siendo yo un adolescente, y los iraníes haciendo lo mismo, me hizo revivir el horror de esos años de lucha fratricida de cubanos partidarios y opuestos. Ben Affleck podía haber filmado los exteriores de su peli con imágenes de archivo de las marchas del pueblo combatiente y los linchamientos colectivos de los cubanos que querías irse de Cuba, eran exactos a lo que hicieron los iraníes.
Es la segunda vez en el año que veo una tensión narrativa fílmica muy similar al totalitarismo en La Habana, la otra fue el filme alemán, Bárbara. (2012)  dirigida por Christian Petzold.

Foto de archivo del Mariel en Cuba.




Imagen de "Argo" pueblo adoctrinado gritando


"El totalitarismo es un modo de dominación nuevo, diferente de las antiguas formas de tiranía y despotismo. El totalitarismo moderno no se limita a destruir las capacidades políticas de los hombres; destruye también los grupos e instituciones que entretejen las relaciones privadas de los hombres, enajenándolos del mundo y de su propio yo. Los hombres se convierten así en "haces de reacción intercambiables", por obra de una dinámica combinación de ideología y terror.
La ideología totalitaria se presenta a sí misma como una explicación certera y total del curso de la historia y del sentido de la vida."

Hannah Arendt