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viernes, 13 de noviembre de 2015

Bajo el influjo del poema Buenos Aires de J. L. Borges.


He nacido en otra ciudad con mar que se llama La Habana.
Recuerdo el ruido del bus (guagua)  mezclado con la música de todas las ventanas abiertas de mi edificio.
Recuerdo una ciudad sin luz de pequeño y cinco hermanos cantando en la noche...
Recuerdo a Irene -mi primera novia de ojos azules como "el mar entre tierras" de Barcelona, o sea, El Mediterráneo, esperando para besarme en los labios. Quedamos a las cinco en el patio de la escuela, yo estaba nervioso, mis labios no. Había sol.
Recuerdo una palabra: Dominó, que era un juego entre cuatro con fichas al que no he vuelto, es una palabra y puerta giratoria a la nostalgia, o sea, aquella ciudad.

"Sé que los únicos paraísos no vedados al hombre son los paraísos perdidos." 
No lamento no retornar tras 16 años a aquella ciudad con mar, tengo hoy mar de fondo. Lamento, eso sí, la metafísica del retorno.
Lamento ser Ulises; el marinero del eterno retorno. Sé de lo que hablo, mi padre fue 45 años marino mercante. Lamento no ser normal y conforme como un árbol o un espejo.
Esto no es un estado permanente, no te confundas, soy feliz muchas veces.


Nota:
Escribí este texto en la página 303 del tomo III OBRAS COMPLETAS de Jorge Luis Borges editadas por Emecé en 1997. Encontré este libro en un lateral de la basura para papel. 
Creo que tengo nostalgia para recordar, hasta me gusta. No se si tengo la suficiente nostalgia para volver. Eso, es diferente.


Cartas entre Lezama y Rodriguez Feo

Vivía en la Habana en 1990 cuando salió este libro allí.  Me impactó la forma en que Feo relataba España a Lezama. .. hoy lo entiendo más. ...
Una suerte conservarlo aquí en Barcelona y revisarlo a ratos...