Toda reunión de amigos en el exilio contiene el ADN de una familia elegida y no adquirida y obligada por la sangre. Alguna que otra reunión con cena y música a veces conduce al Paraíso, no siempre ocurre, esta vez sí. La noche nos impuso su tarea mágica de destejer el universo de Frijoles Negros y estuvimos dentro.
Sin programar mucho, nos encontramos el jueves los necesarios en el restauran Frijoles Negros (carrer Bruc, 146, Barcelona).
Sin programar mucho, nos encontramos el jueves los necesarios en el restauran Frijoles Negros (carrer Bruc, 146, Barcelona).
Cuando avisé a los íntimos no tenía una idea para que los citaba, solo sé -hace años- que ciertos componentes de "luz-brillante" en su andar y noches otoñales producen mágia.
En inicio quería ejercer de brujo que bautiza un espacio como (FN), no quería hacerlo solo y llegó Patricia y Yanko, Ernesto H. Busto y Anei, Direlia y Osmey, Carlitos Lage, Sonia, su niño y su guitarra incluida, Selene /Yusa y Lissette/Elena V Molina.
Una venía de Londres, otro de dar clases de filosofía en la Universidad, y otra se nos marcha a un museo en México, y otro a una beca en EEUU, todo este caldo de cultivo y el espacio de Frijoles con Puig Bretones, Lou Jiménez, Míriam Ruiz de anfitriónes, hicieron el resto del bautismo del alma para nosotros de este lugar...
Que por momentos de silencios mientras Carlitos cantaba boleros y sones o Sonia, bossanovas y sambas, fue el Gato Tuerto en La Habana o el Pico Blanco, y en otro, una esquina de Sau Paulo o Río donde debutó Maria Bethania con Vinicios de Morais, aunque siempre estuvimos en Eixample barcelonés donde está demostrado que la mágia existe.
Mojitos, guacamoles con tostones, ropa vieja con plátano maduro y queso gratinado con espárragos, yuca, costillas de cerdo y frijoles negros, gambas con chicharritas de plátano, ceviches y otros deleites dieron más sentido y gobierno a nuestra reunión descarga, que en realidad, fue un homenaje velado a la partida del compositor cubano Frank Dominguez que murió un día antes, y Carlitos comenzó cantando un tema suyo; también al cumpleaños de Elena V. Molina; y sobre todo, a FN, que aspira a convertirte en una referencia de fusión culinaria de América y Europa.
En inicio quería ejercer de brujo que bautiza un espacio como (FN), no quería hacerlo solo y llegó Patricia y Yanko, Ernesto H. Busto y Anei, Direlia y Osmey, Carlitos Lage, Sonia, su niño y su guitarra incluida, Selene /Yusa y Lissette/Elena V Molina.
Una venía de Londres, otro de dar clases de filosofía en la Universidad, y otra se nos marcha a un museo en México, y otro a una beca en EEUU, todo este caldo de cultivo y el espacio de Frijoles con Puig Bretones, Lou Jiménez, Míriam Ruiz de anfitriónes, hicieron el resto del bautismo del alma para nosotros de este lugar...
Que por momentos de silencios mientras Carlitos cantaba boleros y sones o Sonia, bossanovas y sambas, fue el Gato Tuerto en La Habana o el Pico Blanco, y en otro, una esquina de Sau Paulo o Río donde debutó Maria Bethania con Vinicios de Morais, aunque siempre estuvimos en Eixample barcelonés donde está demostrado que la mágia existe.
Mojitos, guacamoles con tostones, ropa vieja con plátano maduro y queso gratinado con espárragos, yuca, costillas de cerdo y frijoles negros, gambas con chicharritas de plátano, ceviches y otros deleites dieron más sentido y gobierno a nuestra reunión descarga, que en realidad, fue un homenaje velado a la partida del compositor cubano Frank Dominguez que murió un día antes, y Carlitos comenzó cantando un tema suyo; también al cumpleaños de Elena V. Molina; y sobre todo, a FN, que aspira a convertirte en una referencia de fusión culinaria de América y Europa.
Desde el jueves he recibido mensajes de todos, me han pedido más y próximas citas ... seguro será, ya tenemos el factor común: Frijoles Negros (FN).
Parodiando al escritor Virgilio Piñera:
"En Frijoles Negros, hay una noche dentro de la noche como una luna que sale para algunos/ un sol que brilla para otros
y un gallo que canta para todos.
En FN hay un asiento para la felicidad"
A Juan Carlos Puig Bretones.