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| Música Celestial, 1981 |
Esther
Ferrer hace música para ver sobre un pubis. En esta obra Música Celestial confluyen una partitura convencional en clave de sol y fa y un pubis, su propio pubis a página completa. Los vellos Gulliver se enredan esta vez con las líneas del pentagrama. Hay un momento en esta contemplación que parece que del pubis salten fusas y que desde la uve de vagina salga el sonido de un ángelus…, pero solo es música para ver.
La artista donostiarra nacida en San Sebastián, en 1937, y
afincada en París. Ha pertenecido, al grupo Zaj, junto con el canario Juan
Hidalgo y el italiano Walter Marchetti, grupo al que se incorporó en 1967. Zaj,
heredero de Marcel Duchamp, discípulo de John Cage, amigo de Satie e impregnado
del espíritu zen, conectaba con las actitudes de las vanguardias experimentales
internacionales del momento, años sesenta, aquellas que se suelen integrar en
las tendencias neodadás y que tuvieron en el movimiento Fluxus uno de sus
núcleos fundamentales.
La idea de un pubis
sobre un pentagrama reafirma la idea del ritmo en el acto sexual. Es una
lástima que Pedro Almodóvar no haya tenido en cuenta esta imagen para Hable
con Ella, me refiero a la escena en que un hombrecillo entra por la vagina
de Paz Vega y le proporciona una paz soñada que con música compuesta con
los rizos del vello, hubiese sido perfecta.
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