Descripción de la Condesa por Balzac…
Tenía la cara blanca en la que el cielo de España había puesto un ligero tono oscuro, quizá debido a su sangre morisca, era un rasgo que añadía una ardiente altivez a su expresión de seráfica serenidad e infundía resplandor, algo que vivificaba y realzaba su tez diáfana. Sus cabellos, recogidos encima de la cabeza, caían y envolvían con sus negros reflejos unas frescas orejas transparentes y dibujaban el contorno de una garganta suavemente azulada. Unos rizos abundantes hacían resaltar sus ojos ardientes y unos labios rojos en su boca bien dibujada. La falda tradicional que vestía ponía bien de relieve el garbo de su talle, tan flexible como una rama de sauce.
No era la virgen de Italia, sino la virgen de España, la de Murillo, el único artista lo suficientemente atrevido como para pintar la ebria de felicidad por la concepción de Jesucristo y el pintor de imaginación delirante más osado y ardiente.
En aquella joven se reúnen tres aspectos, cada uno de los cuales habría bastado para divinizar a una mujer: la pureza de la perla que yace enel fondo de los mares, la sublime exaltación de la santa Teresa española y la voluptuosidad que se ignora a sí misma.
Supresencia tuvo efectos de un talismán. (…) La joven lo había rejuvenecido todo. Pero aunque la aparición fue deliciosa, duró poco.
Fragmento de Las Marana. Honoré de Balzac, 1946.
Nota I. Biografía: La condesa, de Soltera María de las Mercedes Beltrán Santa Cruz y Cárdenas Montalvo (La Habana, 1789-París 1852), considera hoy una de las primeras escritoras cubanas por sus libros Viaje a la Habana y Mis doce primeros años. Se casó a los 22 años con un oficial francés en 1811. En 1830, abrió en París un brillante salón donde principalmente se escuchaba música, no cualquier música, allí acudían Rossini, Listz, Chopin, también Balzac, George Sand entre otros. Era muy hermosa y tenía muy buena voz y, Balzac se inspiró en ella no sólo para Las Marana sino también para Le contrat de mariage. A mí me gusta decir: -ella fue la primera influencia cubana en la novela francesa del siglo XIX, lean el texto sino.
Nota II.Análisis. Me resulta curioso el uso por parte de Balzac de morisca, que subrayo en el texto. ¿Desconocía éste la procedencia real de la Condesa? O se toma licencia poética para describirla si tenemos en cuenta que el exotismo de Oriente tenía su punto culminante en ese momento en Francia, no solo en la literatura, sino en la pintores como Ingres. Seráfica serenidad, es un acierto. Una forma literaria y peculiar de llamarle a alguien cara de ángel, parece un verso de José Lezama Lima.
La última línea del tercer párrafo “el garbo de su talle, tan flexible como una rama de sauce.” Esa manera de hacer versos con la prosa –esta vez descriptiva-, es un deleite respetable de este gran "cabezón-escritor" (Balzac) que esculpió Rodin para su tumba en el cementerio de Père-Lachaise, París.