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domingo, 2 de junio de 2019

Las estaciones de trenes en Europa: sensualidad de la Estación deFrancia en Barcelona.

                                                     Estación de Francia en Barcelona

Uno sale de una isla y sin quererlo va coleccionando aeropuertos cada vez que va de paseo o trabajo por Europa, yo que soy un nostálgico también me dejo llevar y busco estaciones de trenes, y hasta  viajo en ese amasijo de hierros en movimiento. Aún creo que recorrer en tren parte de Europa, es el viaje verdadero, el viaje hacia uno mismo, y sé que no soy el único .
En París la Estación del Norte, me inició en el oficio de coleccionista de estaciones emblemáticas europeas, allí cogí mi primer tren en Europa hasta Madrid, salí con cero grados y me desperté cerca de Madrid con el paisaje nevado. También recomiendo viajes "menores y mágicos" en tren de París a Chartres...con Marcel Proust de guía en el vagón.
La  Estación Central de Milán, donde cogí un tren que me llevó a Venecia cuando cumplí 40 años me dejó muy tocado quizás porque Venecia tiene ese carácter de ciudad única. Antes de tocar esta ciudad de canales, tuve la sensación de que llegaba a una isla en tren, casi todo estaba cubierto de agua.
                Estación Central de Milán

La otra gran estación que he conocido ha sido la de Praga, con mi hija, esta aunque más grande, me trajo recuerdos gratos de la estación de trenes de Burdeos que quiero especialmente y conocí en una tormenta inusual europea en el año 2000.
Luego de mis viajes familiares a la costa azul francesa (Cotê d Azur), la estación de Marseille y Nice destacan, hice el recorrido en tren de Nice a Marseille en tren, al amanecer y di la vuelta cayendo la tarde. Es un viaje que yo pondría obligado para quien pretente arrastrar en los ojos la belleza del meditarráneo y además llevas como yo el recorrido del tren desde Barcelona hasta la Costa Brava, son dos mediterráneos pero una misma belleza. Conocer londres, te condena a enamorarte   perdidamente de VICTORIA , sobre todo sus techos. 
Victoria, London


No obstante, en ninguna siento el nivel sensual  lleno de luz que presenta la Estación de Francia en Barcelona, que con sus dos salidas en forma de arco ascendente da la impresión de tener las piernas abiertas hacia el Mediterráneo, que necesariamente me lleva a una estación muy cerca del mar en la Habana Vieja, de donde escuchaba latir la entrada y salida de los trenes desde mi nave llega de legajos e historia en el Archivo Nacional de Cuba...


(...)
yo, entre un océano


de trenes,

en el cielo

de las locomotoras,

te reconocería
por cierto aire
de lejos, por tus ruedas
mojadas allá lejos,
y por tu traspasado
corazón que conoce
la indecible,...
Pablo Neruda.

Estación Central de Ferrocarriles de La Habana
                          Estación de trenes de Praga.

La nostalgia de cargar a una hija que no es tuya

Ya mi niña ha crecido lo suficiente para que no me quepa en el centro del pecho.
La abrazo y la ahogo a besos siempre que puedo pero imposible cargarla y que quepa toda entre mis brazos y el corazón a la izquierda que tengo.
Ayer de retorno de un cumple al llegar a La Floresta tomé en brazos a Lía -la hija de Leti- tras sacarla del coche y caminé con ella hasta la casa cargada en mis brazos y casi en el centro de mi pecho, es pequeña aún. 
Fueron escasos minutos pero recuperé un acto reflejo de amor incondicional que ya creí olvidado, y sublimado por todo lo que me da ver crecer a mi hija.
Joanna que me vio, me dijo que fui feliz, igual a como un rato antes tocaba samba y bossa nova  con mi Djembe en el  cumple y todos bailaban.
Descubrió que el rostro de mi felicidad  tiene los mismos vasos comunicantes que el recuerdo de mi hija en el centro del pecho y la música, pues sí.
De eso va el retorno del amor, "el amor despues del amor," ese del que habla Fito Paez en una canción.
En esta foto miro la foto 
donde tengo a Maya en el 
centro de mi pecho.


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