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domingo, 25 de diciembre de 2016

Malena: tú Cortázar in black in París

"¿Encontraría a la Maga? Tantas veces me había bastado asomarme, viniendo por la rue de Seine, al arco que da al Quai de Conti, y apenas la luz de ceniza y olivo que flota sobre el río me dejaba distinguir las formas, ya su silueta delgada se inscribía en el Pont des Arts, a veces andando de un lado a otro, a veces detenida en el pretil de hierro, inclinada sobre el agua. Y era tan natural cruzar la calle, subir los peldaños del puente, entrar en su delgada cintura y acercarme a la Maga que sonreía sin sorpresa, convencida como yo de que un encuentro casual era lo menos casual en nuestras vidas, y que la gente que se da citas precisas es la misma que necesita papel rayado para escribirse o que aprieta desde abajo el tubo de dentífrico."
Lo único que falla en esta narración ahora es:
"a veces detenida en el pretil de hierro, inclinada sobre el agua."
Ya no hay petril de hierro o barandilla. Las han tenido que quitar para que los tontos no pongan los candados en el puente. Ya no es el mismo puente.
No se publicarán comentarios sin firma cuando su criterio afecta la credibilidad del post o de los comentarios de lectores. Si su autor se expone, no tiene porque recibir réplicas de ciudadanos invisibles que se esconden.

París o la belleza bajo la niebla.

Ayer Sarah me decía que quizás la causa por la que guste tanto París con frío y niebla sea porque llegue así en 1999 a esta ciudad. Eso podria ser. 
Pero la imagen que me hice antes de venir aquí desde La Habana estuvo siempre marcado por lienzos y literatura donde el clima era este.
Tanto los impresionistas como los puntillistas me enseñaron en catálogos rusos y habaneros que la niebla sobre la ciudad era bella. 
Pero las ramas de los árboles sin hojas ante la niebla, no son árboles, son cuerpos que danzan como raíces en el aire.

"La colina de 130 metros es famosa no solo por su llamativa iglesia, sino también por su pasado bohemio. Este pueblo dentro de la ciudad fue una vez el hogar de artistas como Salvador Dalí, Claude Monet, Pablo Picasso y Vincent van Gogh. Entre otros muchos europeos que transcendieron en menor medida que éstos."

Desayuno en Montmartre. Mi sobrino y yo.

Siempre he pensado cómo puede ser tan bueno el pan, la confitura, las crêpes, en Francia tan cerca de España, y tan diferente. De Montmarte se ha dicho y escrito de todo. Pero un desayuno simple con mi sobrino en exclusiva, la primera persona que vi nacer y cargué en brazos llena de un poder y convencimiento extraordinario.

"El desayuno tal y como la conocemos hoy en día no siempre existió. Su historia comienza en el Renacimiento cuando el pan de mantequilla mojado en leche apareció, seguido de cerca por el café,  importado de Turquía, conquista la corte de Luis XVI. Pero fue en el siglo XIX que empezamos a usar la palabra "desayuno". En la ciudad, comenzamos el día con tostadas y café con leche o café."

Hoy el barrio está muy tranquilo. Todos están comprando para la cena de Navidad. Se agradese andar por el barrio.