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sábado, 11 de agosto de 2018

Un verso suelto de despedida...

Bueno mi niña va a sus otras vacaciones.  Me lo dice claro: - ¡papá no llores, ya ayer lloraste! Bueno, mi niña los poetas casi siempre lloran. Le es imposible dejar su otro corazón volar, sin soltar una lágrima. Siempre, lágrima clara sobre mi mejilla siempre negra que guarda tus besos (todos y cada uno) como pétalos.
-Me mira y dice:  eso es un poema. Le digo, sí. Y el último verso, un símil.
Te quiero. Y yo.
Guardar sus besos como pétalos
Quizás quiero decir
Que mi mejilla negra es un jardín
Y en realidad sus besos
Son semillas
Que la distancia
Hará crecer...
En fin voy en bus a Barcelona
Y voy así hecho un verso suelto de despedida.

Nota
Antes de ella mi fortuna eran los libros. Yo no sé vivir sin la fortuna viva de su existencia. Hasta que se aburra. Soy cansino. Busco el mar a través de Montjuïc, llevo el mar de sal en los ojos de la nostalgia.