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jueves, 23 de febrero de 2017

Sor Carmina... una monja sin miedo a Fidel Castro


Eran los años noventa y gracias a Radamés Molina Montes, fui varias veces a una iglesia en el Vedado, en Cuba, donde una monja extraordinariamente inteligente, Sor  Carmina, impartía unas charlas a modo de conferencias sobre pasajes bíblicos.

Un día, era pleno período especial habanero que viví en la misma piel,  muy duro después de la caída del Muro de Berlín, Sor Carmina hablaba de la relación de los Césares con el cristianismo, y la incapacidad de éstos emperadores para abastecer a su pueblo de suficientes medios materiales, una situación calcada a la que vivíamos en La Habana y todo el país  por esos años. Para ejemplificar la reacción del pueblo ante la inutilidad gubernamental nos dijo una frase que usaban los romanos de la época que se igualaba con nosotros 2000 años después ...O César o cesar.../ más claro el agua. 

Fue su última charla, el salón como todos los sitios de esa dictadura KGB debía estar infestado de agentes de Seguridad del Estado. Jamás volvimos a verla, pero nos quedó claro cual era el único camino que podían tomar los Castro  para mejorar el país, y sé, que no le han hecho caso, pero así son los dictadores.

La recuerdo hoy, 15 de Octubre, día de Santa Teresa de Jesús, que no saludé a Mayte, por su Santo.

Azulejo del   IV Centenario de su muerte 1582-1982. 
San Juan de Aznalfarache. Foto: R. Márquez.

Nada te turbe, nada te espante. Todo se pasa. Dios no se muda. La paciencia todo lo alcanza(...) Santa Teresa

Nota: Santa Teresa de Jesús está considerada la más grande mística de la Iglesia. Teresa nació en Ávila el año 1515. Fue la mayor de 10 hermanos. A los 21 años entra en el monasterio de las carmelitas de la Encarnación de Ávila. A los 39 años se convierte plenamente a Cristo. Funda 16 conventos y reforma la orden religiosa del Carmelo. Murió a los 67 años el 4 de Octubre de 1582. Fue enterrada al día siguiente, 15 de Octubre. Esta diferencia se debe a que en ese día empezó a regir el cambio del calendario, cuando el Papa añadió 10 días al almanaque para reparar un error que venía desde muchos años atrás.