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domingo, 8 de febrero de 2015

La ciudad invisible de Italo Calvino: Era mi tierra, o sea, Cuba. Era cubano como yo.



A Gloria Estefan se la llevaron de Cuba con dos años. Cuando te vas, o te llevan, pierdes un país entero que incluye infancia y adolescencia, pero tienes que aprender a vivir con esa ausencia tan poderosa, que luego te sirve para que todo lo demás que intente infligirte dolor, sea un rumor secundario. Necesitas redefinirte, explicarte exactamente quién eres y dónde puedes llegar, donde no te alcance tu ego anterior, si tuviste algún éxito; qué significa tu país fuera de contexto, pues la rabia que genera tu partida puede estallar en tu mente en cualquier momento, y afectar el modelo real de paraíso que te hayas creado. 
Estefan hizo de su nacimiento un modelo de vida y algo más de una bandera artístico musical. Estaba en la platea baja del Palau Sant Jordi, casi lleno, la última vez que actuó en Barcelona, cuando cantó Mi tierra, sentí el estremecimiento igual que muchos de los presentes que también tendrían otra tierra en su mente. 
Mi hija, acababa de nacer en esta tierra, y pensé cuál sería su definición de su tierra, pues el escritor Italo Calvino también nació y vivió sus primeros dos años de vida (1923-1925) en Santiago de las Vegas en las afueras de La Habana, “bajo un cielo donde el sol radiante y el sombrío Saturno eran huéspedes de la armoniosa vida”(…) según escribió éste en una carta a un amigo; pero esa tierra habanera, tan mía como de Gloria, nunca la consideró suya, no fue ni siquiera una ciudad invisible, sus razones tendría.
¿Estamos condenados a vivir siempre con la tierra a cuestas, o se puede mezclar en la memoria con la tierra elegida?

Paseo por el Barrio de las Letras en Madrid. Feb.2015


Sin dudas le debo al novelista y amigo Bruno Galindo mi nostalgia y conocimiento del Barrio de las Letras en Madrid. Él, además de escritor,  vivía en este barrio (calle Moratín)  en el año 2000 cuando llegué a España desde París. Fue aquí,   en su casa en este barrio donde  me reencontré con Medina, Alejandro Gutiérrez, Boris y Vanito; todos de Habana Abierta, en una descarga sorpresa que armó en mi primer cumple en Europa, en marzo de ese año, yo vivía en Sevilla. 
Dormir en este barrio sabiendo que las casas y la vida social de los escritores del  siglo de Oro Español:  Miguel de Cervantes, Tirso de Molina, Lope de Vega, Calderón de la Barca, Quevedo y Góngora, tuvieron este  mismo entorno   en un área no  muy grande, sobrecoge. Y no sabes cómo agradecer esta gratitud de por vida a un amigo de letras y literatura. No hablaré de su gato maravilloso.
Cuando vi la casa de Góngora que fue la misma de Quevedo su rival poético me vino a la mente el primer poema que recuerdo haber estudiado en la escuela y que consideraba la poesía... Hoy que soy mayor sigo considerando un poema extraordinario por no sólo me acercó a la poesía y a su erotismo.

"goza cuello, cabello, labio y frente,
antes que lo que fue en tu edad dorada
oro, lirio, clavel, cristal luciente,
no sólo en plata o viola troncada
se vuelva, más tú y ello juntamente
en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada."
Luis de Góngora y Argote. (Frag)
Tampoco olvido  las múltiples tiendas de libros viejos que encontré guiado por él,  bajando por la calle Huerta,  y la cantidad de bares que hemos explorado juntos entre alcoholes y cervezas o té, según el horario. También Fidel Moreno, tan sevillano y cubano como yo, participó en estas rutas.
En este viaje de feb. 2015 no fue posible ver a Bruno, pero no dejó de estar cerca en mi paseo obligado por aquí, que nació esta vez, en la estacion Antón Martín; hubo nieve aislada pero entre letras no duele .


















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