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martes, 8 de octubre de 2013

Naufragio en Lampedusa. Frontera con África de desesperación y muerte.

Quiero escribir, pero me sale espuma. César Vallejo.

El suceso. Érase un barco de 500 emigrantes negros  sin papeles que intentaba llegar a Europa desde África el pasado 3 de octubre del 2013 y tuvo un accidente a muy poca distancia de la isla de Lampedusa en Italia. Sólo se salvaron 155, el resto que iba en el barco se ahogó. Del fondo del mar han podido sacar sólo 232 hasta ayer 7 de octubre. El ministro de exteriores italiano no ha pasado por allí aún, ni ningún otro responsable europeo de Bruselas, tampoco ningún representante de los países africanos de donde salieron por lo que son enterrados sin nombre. La alcaldesa italiana de Lampedusa ha dicho que si van no sea a dar condolencias, que éstas las pueden enviar por Mail. Que sí van que lleven propuestas con soluciones para los africanos negros que huyen de países en conflicto. Sólo muertos estos africanos obtienen el derecho a vivir en Europa, bajo tierra.

La anécdota. Los buzos italianos que recuperan cuerpos del fondo del mar lloraban ayer traumatizados cuando sacaron del fondo del Mediterráneo a una niña y a su madre abrazadas después de muertas.

Los otros emigrantes. Esta historia negra de emigración africana me hace sentir que todo por lo que pasamos y "sufrimos"  algunos emigrantes llegados en avión desde el Caribe (hablo del sufrimiento que reflejan nuestros mensajes en redes sociales) y cinco años más tarde presumimos de pasaporte europeo, o residencias permanentes aquí, sea una frivolidad y una experiencia lúdica comparada con los africanos negros. Patalear desde nuestra condición de emigrantes y mirar para otro lado con sucesos como este, ofende la inteligencia del menos lúcido. Pido perdón en mi nombre.
La ironíaItalia concede la nacionalidad a los fallecidos frente a la isla de Lampedusa mientras denuncia a los supervivientes por inmigración ilegal. 

La puta Contradicción. Europa necesita emigrantes. El hecho fue denunciado de modo determinante por Massimo D ' Alema, actual presidente de la Fundación Europea de Estudios Progresistas, en Le Monde el 10 de Mayo del 2011. Los cálculos que ratifican a  Alema no podían ser más simples: hoy hay 333 millones de europeos, pero con la media actual de nacimientos este número caerá hasta los 242 en los próximos 40 años. Para llenar ese vacío, serán necesario al menos 30 millones de nuevos inmigrantes, de otro modo nuestra economía europea se hundirá, junto con el estándar de vida que nos era tan precioso. Los inmigrantes son un valor, no un peligro, concluye Alema. Cita del libro: Sobre la educación en un mundo líquido. Zygmunt Bauman, editorial Paidós, 2012.

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    Niños italianos de Lampedusa dibujan la trajedia en sus aulas.