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domingo, 17 de julio de 2011

Rubén Blades arrasa en Barcelona


De los mitos uno espera que estén a la altura. No hay dudas de que lo harán bien, solo que la lista de canciones que traigan coincida con la lista de la nostalgia que uno lleva dentro casi toda la vida por escucharlas en vivo.  Me ha pasado con Rolling Stones, Sting, U2, Gloria Estefan, entre otros.
En agosto desl 2011 le tocó el turno a Rubén Blades en el Pueblo Español, en Montjuïc, para aumentar esa magia, había luna llena y era precisamente el día de cumpleaños de Rubén Blades,  quien nació el 16 de julio de 1948, en Panamá, gracias al vientre de su madre cubana: Anoland Bellido de Luna-Caramés y Pérez,   de Regla, un pueblo situado al otro lado de la bahía de La Habana. Ella, luego adoptó el nombre artístico de Anoland Díaz, fue cantante, actriz y pianista.
No es casual entonces que tanto él, como nosotros estuviésemos poblados de nostalgias; le cantó a la Plaza Herrera del barrio San Felipe, donde nació hace 63 años, con unas maracas con la bandera de Panamá; le cantó a su primer amor de adulto, Paula C, le cantó a las Decisiones  y a las Cuentas del alma, que han cambiado su vida, hizo homenajes a Celia Cruz de Cuba, a Tito Curet Alonso de Puerto Rico, pieza que hablaba de la esclavitud: Camilo Manrique; a María Lionza de Venezuela,  cantó una pieza de un poeta peruano César Miró, Todos Vuelven, una canción al exilio y sobre todo al eterno retorno cuando vuelves al pasado, al origen para buscar orígenes nuevos; todo esto lo hizo acompañado por la Orquesta de Roberto Delgado de Panamá, cuyo trombonista Jimmy
Bosh, excelente, recordaba muy claramente los solos inolvidables de Willy Colón. Toda esta música clasificada como salsa  la hizo tocando todos los géneros musicales de Latinoamérica con pasajes de son cubano, plena, bomba, zamba y samba. Con momentos excelentes de latin-jazz.
A las 11:35 comenzó a tocar Buscando Guayabas, yo tenía en mi cabeza todo el Centro Vasco  de La Habana, y a todos mis amigos de la adolescencia  con quienes comencé a bailar y a escuchar esta música, sin olvidar a mis hermanos y a mis primeras novias. Bailaba con mi suegra que como corrientazo se puso de pie, mientras Yara estaba pendiente de Maya y Janna, la hija de  Iván Vergara, que protagonizaban su propio concierto bailando juntas con su mutalez catalana deleitando al entorno más cercano. Yo pensaba en el nacimiento de mi hija y el cantó Nació mi niño, una de las piezas que grabé cuando nació mi hija hace tres años y me las puse en un USB para escucharla en el coche cuando iba a trabajar.
Después de Juan Pachanga, primera pieza que grabó con la Fania All Star, y de Ojos de Perro Azul, llegó el invitado más especial: Pedro Navajas.
Las banderas de Panamá, Cuba, Venezuela, Perú  parecían tocar la luna sobre Montjuïc, lo curioso fue que en la intro de la canción Pedro Navajas hizo una variación e introdujo Thriller de Michael Jackson, todo un detalle que levantó a todos y a él mismo.
Rubén cantó a América toda, recibió una camiseta del Barça como Sting y Bono, pero él reivindicaba que Leo Messi naciera del mismo sitio de donde él viene: América. Rubén nos canta a todos y en todas las direcciones y te hace más leve la nostalgia. No bailé Pedro Navajas físicamente, pues tenía cargada a mi niña dormida, la bailó un adolescente dentro de mí con todos sus  amigos y hermanos dispersos por el mundo a quienes ayer reuní uno a uno mientras escuchaba sus canciones.



foto motanje de arkolano: Rubén tocando y Maya y Janna bailando en el concierto.

1 comentario:

  1. Luna llena en Barcelona iluminando a Rubén Blades y Chucho Valdés en su concierto al aire libre. Mientras yo cuento mi viajecito a Dubai para olvidarme de que me habría encantado estar allí.
    Patricia Menéndez (facebook

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