Esta pieza de Omar Sosa Palacios se llama Alba... amanece. Sigo vivo y vuelvo a la música de Sosa. Insisto en él porque pone algo rotundo en mí para empezar el día.
No me despierto. Estoy levantado inyectándome de este soul-blues tocado e improvisado al piano y los vientos y sordina del italiano Paolo Fresu. Por momentos desde la esencia mínimal del francés Erik Satie con latidos fuertes de Miles Davis.
Así es Sosa. Sencillo y profundo. Comienza como un blues, con influencias clásicas y tiene un final con la clave y el son cubano casi guaracha.
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