Esta portada es de cuando las modelos miraban al infinito como esculturas romanas salidas de la tierra. El collar de perlas, es sin duda metáfora de una serpiente, que desde los Egipcios es sinónimo de sexo masculino desesfrenado: polla, pinga, pene, rabo... y desasosiego sigiloso del eros en todas y todos...
La sutileza de taparse el pubis en semejante pose, es de una una ingenuidad tan poco creíble que termina por ser graciosa.
Parece drogada. Parece blanca. Es blanca pero imita una esclava de un harén africano. Es curioso, que la cultura árabe a fines del siglo XIX y principios del XX tenía impacto en Europa a través del eros. Y para nuestra desgracia, hoy su impacto es a través de la intolerancia y el radicalismo de algunos, que no tienes ni puta idea de lo que significa etimológicamente la palabra cultura: Cultivar.
Me quedo con sus tetas, la derecha, y su mano izquierda que reposa en la pared. El simple proceso de mantenerme vivo blogger, exige todas mis energías. No es un poema, es una actualización de estado.
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