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jueves, 29 de diciembre de 2016

No conozco una canción que me retrate más en el mundo: Biromes y Servilletas. Un día del cumple de mi madre en París solo.




 

 

 

"Andan por las calles escribiendo, y viendo y viendo

Lo que ven lo van diciendo y siendo y siendo

Ellos poetas a la vez que se pasean, pasean, pasean

Van contando lo que ven y lo que no, lo fantesean"

 

 

Sé que muchos lectores y seguidores le gusta saber quién es ese que escribe sin parar. Que hay detrás y dentro de él. Qué tiene o qué  falta en su vida que no para de ordenar palabras para otros sin saber en realidad por qué lo hace. No sé si les decepciono diciéndoles que yo no lo sé.

Que yo escribo, que soy padre y poeta. Pero esta canción cantada por Milton Do Nascimiento en castellano, me retrata de una forma tan visceral que es mi Valium personal tras cada derrota o partida; que me salva de suicidios personales y virtuales. Los días de cumple de mi madre son siempre de reflexión larga, si estoy lejos de mi hija me conecto más que nunca a una isla.

Aunque ya no escribo con Biromes (lapiceros) ni servilletas, ahora lo hago en pantallas táctiles, en La Habana si lo hacía cuando la descubrí, la sangre sigue navegando bajo ese dolor.

No estoy seguro que me gustaría escucharla en verano.  Es una canción de otoño-invierno. Escuchada en parís en un café en Montmartre como lo hago con cascos es lo más correcto, nunca huyo de la nostalgia aunque su abrazo duela.

Es una canción perfecta cuando vas solo y es domingo andando por un frente marítimo; yo elijo el mediterráneo o la barceloneta, en Barcelona, en París claro está el Sena, sus bordes. Tú Cádiz, Málaga o San Sebastián... (La Habana o el malecón es mi ADN) da igual, pero que sea el mar o río; o sea, humeda. También puede ser esa parte del Sena o del Danubio, cuando dejan el centro urbano de París o Praga.

Si hay una canción para recordarme si un día no estoy, que pasará pronto, soy mayor, seguro será esta. No importa la forma en que me haya ido de aquí, esta puede ser la última antes que termine todo.

 

Biromes  y servilletas

 

"En Montevideo hay poetas, poetas, poetas

Que si bombos ni trompetas, trompetas, trompetas

Van saliendo de recónditos altillos, altillos, Altillos

De paredes de silencios, de redonda con puntillo

Salen de agujeros mal tapados, tapados, tapados

Y proyectos no alcanzados, cansados, cansados

Que regresan fantasmas de colores, colores, colores

A pintarte las ojeras y pedirte que no llores

Tienen ilusiones compartidas, partidas, partidas

Pesadillas adheridas, heridas, heridas

Cañerias de palabras confundidas, fundidas, fundidas

A su triste paso lento por las calles y avenidas

No pretenden glorias ni laureles, laureles, laureles

Sólo pasan a papeles, papeles

Experiencias totalmente personales, zonales, zonales

Elementos muy parciales que juntados no son tales

Hablan de la aurora hasta, cansarse, cansarse

Si tener miedo a plagiarse, plagiarse, plagiarse

Nada de eso importa ya mientras escriban, escriban, Escriban

Su mania su locura su neurosis obsesiva

 

Andan por las calles los poetas, poetas, poetas

Como si fueran cometas, cometas, cometas

En un denso cielo de metal fundido, fundido, fundido

Impenetrable, desastroso, lamentable y aburrido

En Montevideo hay biromes, biromes, biromes

Desangradas en renglones, renglones, renglones

De palabras retorciéndose confusas, confusas, confusas

En delgadas servilletas, como alchólicas reclusas

Andan por las calles escribiendo, y viendo y viendo

Lo que vem lo van diciendo y siendo y siendo

Ellos poetas a la vez que se pasean, pasean, pasean

Van contando lo que ven y lo que no, lo fantesean

Miran para el cielo los poetas, poetas, poetas

Como si fueran saetas, saetas, saetas

Arrojadas al espacio que un rodeo, rodeo, rodeo

Hiciera regresar para clavarlas en Montevideo"

 

 

29/12 2016, París.

Sol naciendo ayer 25 de octubre en Barcelona.
Iba con mi hija a coger el coche, he hice esta foto. con el sol y mediterráneo.

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