No sé por qué siempre pensé que esta mujer leía un libro. Hoy acabo de ver el original en CaixaForum y descubro que no lee un libro, sino una nota. ¿Cuál es la diferencia? Bestial.
Está leyendo una nota de desamor, todo el cuerpo te lo dice, incluso ella misma si te fijas bien. Su soledad no es casual.
Llama la atención el salto de cama de seda rosado, a mí personalmente, me recuerda otro del mismo color que niego a mi memoria volver sobre él.
Cuando se lo puso, el salto rosado, no esperaba estar sola. Es evidente que no te pones un color así para mirarte a ti misma. Es una variación de tu piel para la conquista.
Cuando se lo puso, el salto rosado, no esperaba estar sola. Es evidente que no te pones un color así para mirarte a ti misma. Es una variación de tu piel para la conquista.
Por la forma que tiene el papel rectángular en sus manos lo ha leído varias veces. Y lo que ha leído vuelve sobre papel, lo que no entiendes lo lees varias veces para intentar creer de lo insólito.
En la caída de los hombros cabe todo su desconsuelo que fija el ocre del fondo en segundo plano. Tú no puedes verla pero tiene lágrimas allí donde no llegan tus ojos, él le había prometido volver.
I ♡ you Edward Hopper!
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