Ayer cuando leí la noticia de que el presidente Barack Obama quitaba el único privilegio que tenía un balsero cubano después de jugarse la vida 90 millas, pensé en dos grandes amigos cubanos que habían logrado llegar en balsa de Cuba hasta allí, y que hoy tienen una vida gracias a jugarse la vida. Pensé en el tiempo en que sus madres no sabían nada de ellos y que fue la semana más oscura de sus vidas y hoy viven junto a ellos en EE.UU donde fueron reunificados por éstos.
Pensé en ese "negro de mierda" presidente que no tiene ni puta idea de politica exterior, y se ha empeñado, primero en abrazar a Castro, sin que este haga ningún gesto claro de no represión a opositores pacíficos (Danilo El Sexto y Oscar Elías Biscet en la cárcel junto a otros; Tania Bruguera detenida como hace un año, hoy en enero de 2017), ni de libertades de viajar a Cuba sin necesidad de pedir permisos y otras muchas.
De verdad no entiendo a muchos cubanos que no cortan su idilio ya con Barack Obama. Es cierto, que fue ilusionante ver un negro presidente, es cierto, que hablaba bonito, es razonable sus buenas intenciones. Pero la política es algo más que ilusión, discursos elocuentes, buenas intenciones y color de la piel.
Me duele mucho que los cubanos artistas o hijos de artistas o del medio ('establishment cubano') que se fueron en avión a sus exilios personales, por contactos y amigos extranjeros critiquen a quienes se iban en balsa, sin ponerse en la piel de quienes no tenían otra opción de irse de esa desgracia que los Castros han hundido como país. Peor aún que exijan que se queden y cambién Cuba olvidando que en Cuba es reprimido y encarcelado todo aquel que lo haga.
De verdad no entiendo a muchos cubanos que no cortan su idilio ya con Barack Obama. Es cierto, que fue ilusionante ver un negro presidente, es cierto, que hablaba bonito, es razonable sus buenas intenciones. Pero la política es algo más que ilusión, discursos elocuentes, buenas intenciones y color de la piel.
Me duele mucho que los cubanos artistas o hijos de artistas o del medio ('establishment cubano') que se fueron en avión a sus exilios personales, por contactos y amigos extranjeros critiquen a quienes se iban en balsa, sin ponerse en la piel de quienes no tenían otra opción de irse de esa desgracia que los Castros han hundido como país. Peor aún que exijan que se queden y cambién Cuba olvidando que en Cuba es reprimido y encarcelado todo aquel que lo haga.
Todos sabemos que es una locura cruzar el estrecho de la Florida en esas condiciones, pero gracias a ella, miles de cubanos tienen una vida mejor y han ayudado a que sus familias en Cuba la tengan.
Es cierto, como plantea una amiga en facebook, que la ley ha servido para que muchos sean 'comida de tiburón.' Ahora cada quién es conciente de elegir como vivir y cómo morir (la eutanasia es un hecho legal en varios países de Europa "Suiza, Holanda, Bélgica, Luxemburgo" incluso en Colombia y varios Estados en USA, es legal, si consideras que tu vida no merece según qué circunstancias; desgraciadamente miles de cubanos lo ven aún hoy, así).
Es cierto, como plantea una amiga en facebook, que la ley ha servido para que muchos sean 'comida de tiburón.' Ahora cada quién es conciente de elegir como vivir y cómo morir (la eutanasia es un hecho legal en varios países de Europa "Suiza, Holanda, Bélgica, Luxemburgo" incluso en Colombia y varios Estados en USA, es legal, si consideras que tu vida no merece según qué circunstancias; desgraciadamente miles de cubanos lo ven aún hoy, así).
Esos que murieron pasto de tiburones, eran concientes y nadie los engañó. El deseo de irse era más fuerte que el riesgo de morir. Además, ellos pensaban en la posibilidad de vivir no de morir.
Para quienes se lucraron con esa ley, y se beneficiaron sacando a cubanos por México seguro que son minoría y nunca los cientos de miles que residen en Miami trabajando honradamente.
Yo soy negro y lector de Malcon X, amante del jazz y el blues, y lector de la negritud cultural norteamericana del siglo XX más que muchos que profesan amor y siguen con Obama. Tuve más ilusión que nadie cuando salió presidente. Tuve hasta una camiseta de él y me la puse para pasear orgulloso a mi hija que nació el mismo año que él tomó el cargo. No obstante mi romance con él acabó el 17 de diciembre del 2015, cuando abrazó a Castro sin exigirle nada a cambio, y he cortado definitivamente toda la ilusión que tuve, tras este último batacazo (derogación de pies secos, pies mojados) que es un nuevo regalo a la dictadura.
Él abrió puertas con Cuba con la lógica de que otras políticas no habían servido para nada en 56 años. Señor presidente Obama, y obamistas, su política hacia Cuba tampoco sirvió para nada, y lo que ocurra allí, no será por su abrazo: Adiós.
Nota histórica sobre qué es: pies secos:
"Aquellos llamados pies secos ("dry foot") son quienes logran llegar a suelo estadounidense y pueden solicitar la residencia permanente al año y un día contados desde el momento que llegan al país.
- Sin embargo, aquellos cubanos que son detectados por la Guardia Costera en medio del mar, los pies mojados o "wet foot", son detenidos y devueltos a la isla caribeña.
- En el grupo de los "Pies secos" también entran los cubanos que llegan desde México y buscan cruzar la frontera hacia EE.UU. y los cubanos que llegan por avión, pisan suelo estadounidense y piden inmediatamente asilo porque carecen de una visa válida o un documento que les permita la entrada al país del norte."
La política "pies secos, pies mojados", es un memorando de 1995, de la Ley de Ajuste Cubano de 1966. Obama lo fulminó esta semana. Enero 2017.
El mencionado decreto, le permitía a los cubanos que lograban tocar tierra estadounidense, permanecer de manera legal en el país por un año y a partir de este plazo de tiempo, podían conseguir los requisitos para ser reconocidos como ciudadanos estadounidenses.
Nota sobre Ley de ajuste Cubano.
La Ley de Ajuste Cubano (en inglés, Cuban Adjustment Act, CAA), Ley Pública 89-732, es una ley federal de los Estados Unidos promulgada el 2 de noviembre de 1966. Aprobada por el 89.º Congreso de los Estados Unidos y firmada por el presidente Lyndon Johnson, la ley aplica a cualquier nativo o ciudadano de Cuba que haya sido inspeccionado y admitido o liberado en los Estados Unidos después del 1 de enero de 1959; haya estado físicamente presente en ese país durante al menos un año; o sea admisible como residente permanente de los Estados Unidos.
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