Marinah presentó su particular visión de fusión entre rumba
catalana, que es su elemento natural y de dónde viene su esencia en "Ojos
de Brujo," aunque ahora el añadido sea una dosis alta de música cubana,
más bien jazz afrocubano, con Carlos Sarduy, en los teclados, trompeta y
percusión, quien arregla y dirige; Julio Carbonell en el saxo; Kumar, de
invitado, y la novedad absoluta: la bailarina y cantante María Elena Espinosa
Plutin en las danzas afrocubanas. Sin olvidar a David Domínguez, (toca el cajón
como los dioses) y Muchacho en la guitarra.
El público de la sala Apolo explosionó con esta mezcla de
raíces culturales europeas y latinas. Que fueron desde el son, la salsa, el
latin jazz, la música afrocubana, el reggae, ska hasta la rumba catalana con
presencia del quejío flamenco siempre. Nadie paró de bailar, y hubo bailaores
flamencos también. Todo el público recibió su dosis de vida para seguir
llevando su realidad.
Un nuevo proyecto que sigue presentando a Barcelona como una
de las capitales más potentes de la fusión internacional.
Marinah, no solo está en forma, sino que ha dado un paso
adelante (un salto) con su AFROLAILO.
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