Ayer la puesta en escena de 'Erógenas,' en el café Teatro Llantiol, me gustó, principalmente porque Selene Perdomo Chacón, que adaptó y dirigió la obra, deconstruyó un texto narrado en primera persona, y lo convirtió en tres voces. O sea, un coro en escena que narraban lo mismo, pero en tres pieles diferentes. La dirección actoral y dramatización del texto fue muy equilibrada. Cada una tuvo sus grandes momentos, pero fueron a su vez secundarias de 'luxe' en las escenas donde no eran protagonistas.
Erógenas en todo momento convirtió el teatro y al público en 'Zona Erógena.' Donde el erotismo inspiraba deseo, donde la obsenidad de la palabra ¡pinga!, dicha tantas veces se convirtió en ícono y eje de ese deseo. Selene 'Erógena,' entiende por eros y erótico todo lo relacionado con el amor en sentido amplio: sexo, pornografía y obscenidad, pero, asimismo, otros aspectos más espirituales y expresados de forma bella, como la memoria de su adolescencia y la nostalgia por un país que incluye esos recuerdos.
Los cinco cuentos, Selene los dramatiza en tres momentos claves. La llegada ( violenta) del amor en la adolescencia, donde sexo y cuasi violación se confunden, y el peso de la narrativa lo carga con lucidez la actriz Marieta Sánchez. Donde convence al espectador de que realmente son sus primeros toques y encuentros sexuales. Donde el humor y la ironía gestual están muy medidos. Descaradamente bien actuados, y donde la técnica actoral desprende una solidez en escena que no deja dudas de esta actriz que hace reír y llorar al público, entre la inocencia y el dolor de una virginidad perdida por la torpeza.
Luego, ya siendo mujer, la actriz Sonia Jerez (desconocida para mi) toma el relevo narrativo y lo que fue una mala experiencia del primer contacto y penetración sexual aqui es un disfrute total. Sonia se cambia de ropa en escena con un vestido rojo, dejando ver un cuerpo espléndido, el cual le saca todo el partido bailando con referencias yorubas alusivas a Chango que representa su amante; que termina en drama, no por abandonarla, sino por morir. Sonia es la única que sale del escenario y baja a platea danzando en rojo provocando un deseo.
Si bailar es encontrar la unidad entre los vivientes y los muertos; Sonia encuentra ese punto para desdoblarse en metáfora de luz. Tiene un desparpajo histriónico alucinante. Una voz corporal de miedo y una sensualidad innata que deslumbra.
Con ese vestido comenzó como Marilyn Monroe no estática, y terminó como exuberante Anita Ekberg, en escena de la fuente de la Dolce Vita en la Fontana de Trevi... pero bailando Chango... Selene que no es un milímetro de tonta pone estas referencia cinéfilas para dar gusto.
La última parte con dramatización actoral estuvo a cargo de la tercera actriz en escena: Anira, quien desde su condición de ser la "única blanca" y rubia, también sueña con su negro que la penetre por todas partes y ámbitos. Pero su relato es una 'masturbafelaciónpenetración' grupal o dual con Lenny Kravitz, para decirnos al final, que no se trata de la sexualidad de una cubana, sino de America Woman...
Con ese vestido comenzó como Marilyn Monroe no estática, y terminó como exuberante Anita Ekberg, en escena de la fuente de la Dolce Vita en la Fontana de Trevi... pero bailando Chango... Selene que no es un milímetro de tonta pone estas referencia cinéfilas para dar gusto.
La última parte con dramatización actoral estuvo a cargo de la tercera actriz en escena: Anira, quien desde su condición de ser la "única blanca" y rubia, también sueña con su negro que la penetre por todas partes y ámbitos. Pero su relato es una 'masturbafelaciónpenetración' grupal o dual con Lenny Kravitz, para decirnos al final, que no se trata de la sexualidad de una cubana, sino de America Woman...
No creas que he narrado la obra, he narrado lo que me gustó de ella. Y sus actrices. No he dicho nada de las pinceladas históricas referentes al socialismo cubano, ni su adroctrinamiento escolar y masivo.
Quizás porque la obra toca elementos universales narrados para todos.
El hecho de no utilizar hombres para las escenas con hombres y utilizar a las mismas actrices desde su punto de vista femenino es otra luz más que hace brillar a Selene Perdomo.
Ojalá pueda volver a la cartelera de Barcelona, Madrid, País Vasco o Sevilla. La gente merece tener esta lluvia Erógena encima, para no sentirse sensualmente tan solo.
Quizás porque la obra toca elementos universales narrados para todos.
El hecho de no utilizar hombres para las escenas con hombres y utilizar a las mismas actrices desde su punto de vista femenino es otra luz más que hace brillar a Selene Perdomo.
Ojalá pueda volver a la cartelera de Barcelona, Madrid, País Vasco o Sevilla. La gente merece tener esta lluvia Erógena encima, para no sentirse sensualmente tan solo.
Puedo decir que ayer Selene me deslumbró con 'luz brillante,' parece normal, pues Llantiol en catalán es lámpara...
Marieta, Selene, Anira, Sonia.
Marieta. Cartel de la obra Carlota Prats.
Sonia Jerez
Nota
Datos técnicos de la obra:
Dirección y adaptación: Selene Perdomo Chacón.
Argumento: Cuentos eróticos de Yovana Martínez y poesía de Zoe Valdés.
Actrices: Sonia Jeréz/ Anira Suárez Estrada /Marieta Sánchez /Gabriela Castillo /Greechen Méndez Rodríguez. Música en directo de Alex Fong. Cartel para escenografía: Carlota Prats.
Escenografía: Mariela Sernagoras
Visuales y edición sonido: Javier Bernal
Fotos cártel: Adrien Glasman
Montaje Cártel: Alain Perdomo
Alfred: Construcción
Técnico de sonido: Alexis Ricardo Mesa
Estilismo cártel: Midelia Rosa Ricuña
Vestuario: Valeria
Diseño gráfico: Carlota Prats
•UNA PRODUCCIÓN DE PAPITO PROJET•
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