Con el periodista Víctor Amela en La Torna de Bogatell, reconocido intelectual en Catalunya por sus entrevistas en la Contra de LaVanguardia, sección de la cual es fundador, y sin duda, por ser uno de los críticos televisivos más importantes de estos tiempos.
El azar y la flauta de mi hija me hizo llegar hasta allí para tomar un café mientras ella toca sus clásicos europeos. Lo vi llegar, y me reí pues ayer mismo estaba mirando ArusCity viéndolo. Fue allí donde comencé a verlo y al principio nunca lo asocié al periodista.
Ahora hablando con él sobre el Procés, donde coincidimos en que cada vez que está en su punto más bajo Rajoy con su torpeza permanente da aires al Procés, esta vez con la inmersión linguística... El que se define como charnego sabe de la importancia de hablar otra lengua y yo le comento que mi hija es bilïngue como muchos niños nacido aquí. Rajoy puede estar orgulloso pues ayer volvió a unificar al independentismo con su distracción de convertir el catalán en lengua vehicular.
El azar y la flauta de mi hija me hizo llegar hasta allí para tomar un café mientras ella toca sus clásicos europeos. Lo vi llegar, y me reí pues ayer mismo estaba mirando ArusCity viéndolo. Fue allí donde comencé a verlo y al principio nunca lo asocié al periodista.
Ahora hablando con él sobre el Procés, donde coincidimos en que cada vez que está en su punto más bajo Rajoy con su torpeza permanente da aires al Procés, esta vez con la inmersión linguística... El que se define como charnego sabe de la importancia de hablar otra lengua y yo le comento que mi hija es bilïngue como muchos niños nacido aquí. Rajoy puede estar orgulloso pues ayer volvió a unificar al independentismo con su distracción de convertir el catalán en lengua vehicular.
Se rió cuando le comenté que en Cuba que no hay internet la prensa española se lee a través de memorias y discos duros que se bajan de internet y le llaman el paquete.
Enrique Vila-Matas a quien conocí por azar y terminó reseñando mi primer libro publicado en Barcelona, Síndrome de Ulises, me dijo que en Las Ramblas te encontrabas incluso a personajes que ya habían fallecidos.
Enrique Vila-Matas a quien conocí por azar y terminó reseñando mi primer libro publicado en Barcelona, Síndrome de Ulises, me dijo que en Las Ramblas te encontrabas incluso a personajes que ya habían fallecidos.
A Victor Amela lo encontré cerca del mar y me ha caído muy bien. Reconforta encontrar a dos pasados los cincuenta con lentes rojos y azules. Nos une mucho más que literatura. Le comenté que estaba escribiendo un libro Cuba i Catalunya Influencias Mutuas que le llevaría al terminarlo...
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