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viernes, 27 de abril de 2018

Árboles raros... Dejó la nieve de Estocolmo. Gunila

 "La crónica musical de Gunila Tulehag, aparece en un tema de Carlos Varela, en ese mismo tiempo en que juntos se  les podia escuchar cantar en la casa del Joven creador de la avenida del puerto,"
A Gunila la conocía allí, en Cuba en casa de Gerardo Alfonso. Siendo como yo era amigo de Gerardo Alfonso desde muy jovén,  con quien hice varios recitales de poesía y canción, además de una amistad que solo ha roto la distancia. También escribí programas de conciertos de Gerardo y Carlos Varela juntos.

Gunila para la regeneración de la nueva trova cubana que llegó con Gerardo, Quesada, Xiomara, Tosca, Poveda 's, Frank, Varela y Santiago, representó una  Nat King Cole en Cuba. No pronunciaba bien el castellano, era Sueca, pero ese detalle en el acento le daba una gracia de luz espléndida  a sus interpretaciones. Hace años no la he vuelto a escuchar cantar. Vino a La Habana cuando ya todos teníamos decidido irnos. Hasta ella terminó, ya como cubana-sueca marchándose de Cuba... o al menos su parte cubana. Nadie se va del todo de aquella isla aunque habite el infierno.

Una seguidora y amiga ayer  me ha citado esta canción  de Varela para hablarme de su hija,... que dejó Barcelona por Inglaterra ... "dejó la nieve de Estocolmo," y yo hoy, he encontrado esta foto de Athani, Gunila y yo, en Madrid hace unos años, donde ella me entregó su última maqueta cantando son cubano. La nostalgia.
  
Dejó la nieve de Estocolmo 
y salió a buscar otra estación
quiso un paisaje sin otoño
y aquí llegó con la ilusión.
Ella miraba en la avenida
esos árboles raros de boliches verdes.
Sus hojas son como estos días
que a pesar de la lluvia
tampoco florecen.
Pasó seis años y otro poco
viviendo igual, pero soñando
y hasta cantó con esos locos
que el tiempo ya nos va cansando.
Pero ella vio en la avenida
a esos árboles raros de boliches verdes
sus hojas son como estos días
que con el viento sucio
algunas se mueren.
Dejó la nieve e Estocolmo
y salió a buscar otra estación
quiso un paisaje sin otoño
y aquí llegó con la ilusión.
Dejó la nieve de Estocolmo
y en mi ciudad paró su tren
quería un paisaje sin otoño
y se encontró
que aquí las hojas
se caen también.
Carlos Varela
Athania, Gunila y yo en Madrid, en la Sierra.

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