Yo comencé en 1999 al llegar a París de La Habana. Ayer mientras mi hija patinaba bajo la Torre si les digo que no tenía miedo o estaba en alerta, miento. Ha habido suficientes atentados aquí como para pasar por alto esto.
No obstante, las revisiones en todos los museos, en el Campo de Marte al entrar y salir, de los entornos de la Tour, vale la pena.
Nos han reducido la libertad de movimiento aquí pero su encanto sigue siendo demoledor para suerte nuestra.
Yo me sentí feliz que mi hija patinara aquí. Ella estaba en una nube.
No hay comentarios:
Publicar un comentario