(Este texto pertenece al libro CUBA i CATALUNYA influencias mutuas del autor del post: Arsenio Rodríguez Quintana: Enlace disponible en AMAZON en digital y papel)
De las historias de amor más bellas de Catalunya, Cuba forma parte entrañable de ella. Cuba es la otra mitad.
En una visita al cementerio de Arenys de Mar, se convirtió en obligatoriedad para mi contar este relato al enterarme de la bella historia de amor de un cubano estudiante de medicina Rafael Martínez Ortiz i López, en el siglo XIX, a quien los padres de su amada novia, Emilia de Rovira i Presas, de familia pudiente, no le dejaron tener relaciones con ella por ser pobre y estudiante. Su padre era procurador de tribunales y vivía en la carrer Perera de Areyns.
Rafael Martínez Ortiz, le habían enviado desde Cuba a Barcelona en 1874 a estudiar la carrera de Medicina, con solo 16 años. Iba frecuentemente a Areyns de Mar, donde vivía su hermano. Allí fue donde conoció a Emilia, según las fotos era bellísima. Finalizada la carrera en 1881, se marcha a Cuba. Desde allí, le escribí a Emilia, hasta que los padres de ella, nuevamente le prohibieron este amor epistolar que fue truncado por segunda vez.
Rafael Martínez Ortiz, le habían enviado desde Cuba a Barcelona en 1874 a estudiar la carrera de Medicina, con solo 16 años. Iba frecuentemente a Areyns de Mar, donde vivía su hermano. Allí fue donde conoció a Emilia, según las fotos era bellísima. Finalizada la carrera en 1881, se marcha a Cuba. Desde allí, le escribí a Emilia, hasta que los padres de ella, nuevamente le prohibieron este amor epistolar que fue truncado por segunda vez.
En Cuba Rafael Martínez Ortiz se
convirtió en un importante personaje público a raíz de la guerra de
independencia 1895-1898. Realizó una carrera política notable, llegó a ser en 1910 por unos meses, Ministro de la Agricultura en Cuba.
(si quieres leerlo íntegro junto a otras historias alucinantes ir al libro)
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